Con tus ojos, ya estrellas
abiertas en el
cielo
de tu paz, nos verás
regresar al lugar donde estás muerto,
y en el foso en que ahogaron tu voz arrojar
flores
hasta cubrir el limo negro
de luces y de aromas,
y hacer de tu morada un claro
huerto
donde lleguen abejas
a buscar miel, y mágicos
insectos ... (ver texto completo)