Liras para María
Es la vida que pasa
marcando los recuerdos del pasado,
tu amor ya no me abrasa.
Olvido lo soñado:
Mi corazón lo quiero sosegado.
Es la vida marcando
la senda del partir ilusionada,
valores zozobrando,
la casa abandonada:
Mi mente no la quiero enajenada.
Las cárceles del alma,
la pena y los silencios de tu ausencia
que me roban la calma.
Añoro tu presencia
dormida en la quietud de la inconsciencia.
La suerte inoportuna
me legó el recuerdo más hiriente.
¡Qué falta de fortuna!
¡Oh mundo sorprendente!:
Castigo es recordarte eternamente.
Y en la noche serena
cuando me vence la melancolía,
cuando reina la pena,
soñarte todavía
es mi único consuelo y alegría.
En días de amargura
me castiga la pena de la huida.
Me tienta la locura,
siento que estoy perdida
sabiendo que he perdido la partida.
Noemí
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