En una comida, un hombre no dejaba de besarle la mano a la compañera que tenía a su derecha… En esto le dice la señorita: - ¡Que caballeroso es usted, en toda la comida no ha dejado de besarme la mano! -Es cierto, pero si tengo que serle sincero, el camarero no me ha puesto servilleta!