"Estos son dos pacientes recién salidos del manicomio. Van por la
calle y de repente, uno de ellos se para en medio de la
carretera, pone los brazos en
cruz y le dice al otro:
-Mira, ¡Soy un poste de la luz!
Su compañero, preocupado, llama al director del manicomio:
-Oiga, que mi compañero se ha quedado parado en medio de la calle y dice que es un poste de la luz...
-Pues agárrelo de un brazo y sáquelo de ahí
- ¡Si hombre! ¡¿Y si me da la corriente?"