Alguien, un día, honest@ abogad@ amig@ mí@, me hizo una oferta, preguntándome:
~ ¿Te apetece tomar esta naranja?... ¡Te la cedo, si aceptas!
Pensé que se trataría de algo muy sencillo pero, me llevé una gran sorpresa,
cuando intenté coger la fruta y mi amig@ la retiró, diciéndome, con aplomo:
~ ¡Sí, sí!... Pero, primero, debes firmar... ¡Aquí!
... (ver texto completo)
~ ¿Te apetece tomar esta naranja?... ¡Te la cedo, si aceptas!
Pensé que se trataría de algo muy sencillo pero, me llevé una gran sorpresa,
cuando intenté coger la fruta y mi amig@ la retiró, diciéndome, con aplomo:
~ ¡Sí, sí!... Pero, primero, debes firmar... ¡Aquí!
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