El espíritu occidental durante muchos años creyó que estos
árboles pertenecían a una especies determinada, que eran difíciles de cultivar o también se asociaban normalmente esta a la
costumbre china de ceñir los pies, nada mas lejos de la realidad; también día a día se va perdiendo la creencia errónea de que tan solo merecen la pena aquellos ejemplares de edad avanzada