· Cuando todo sube, lo único que baja es la ropa interior.
· Hay que trabajar ocho horas y dormir ocho horas, pero no las mismas. Cuando una puerta se cierra, no pongas los dedos. (Noel Clarasó) Confiamos porque somos precavidos. (Epicteto) Esa polilla de voluntad que llamamos lástima.