Ingredientes para 4 personas:
2 solomillos grandes de
cerdo
30 gr. de mostaza de Dijon en grano
80 gr. de miel
4 lonchas de bacon sin ahumar
1 limón
Sal
Pimienta negra molida
Aceite de oliva extra
virgen
Preparación
1. Comenzamos macerando los solomillos. Para ello los ponemos en un plato hondo y exprimimos el zumo del limón por encima. Dejamos que la carne absorba bien el jugo durante 10 minutos.
2. Retiramos los solomillos, los salpimentamos y en una sartén calentamos cuatro cucharadas de aceite de oliva y sellamos los solomillos hasta que queden doraditos.
3. Pasamos los solomillos a una
fuente que sea apta para el
horno. Embadurnamos bien los solomillos con la mostaza y cuando están bien cubiertos, añadimos la miel por encima de la carne.
4. Preparamos la carne para meterla al horno. Encima ponemos las láminas de bacon (recortando los bordes) y también vertimos el aceite que nos ha sobrado de dorar los solomillos.
5. Metemos en un horno precalentado a 180ºC durante alrededor de 15 o 20 minutos, dependiendo del grosor de los solomillos.
6. Lo sacamos del horno, lo dejamos reposar un par de minutos y cortamos la carne en rodajas de 2 cm. Vertimos la salsa por encima y adornamos con las láminas de bacon que habrán quedado bien tostaditas y muy crujientes. También podemos acompañarlo con un puré de patata y/o con un puré de manzana.
Consejo: Cuando maceres la carne, también lo puedes hacer utilizando un vino rosado o un tinto suave.