El amor de una madre no percibe imposibles.
El amor de madre es el combustible que le permite a un ser humano hacer lo imposible.
Ninguna lengua es capaz de expresar la fuerza, la belleza y la heroicidad de una madre.
La mano que mece la cuna, es la mano que rige el mundo.
No existe la madre perfecta, pero hay un millón de maneras de ser una buena madre.