Claro que te entiendo, Berta y qué bien que no fuera nada lo de IKER; mira Berta, los niños son como los rabos de las lagartijas, si yo te contara los accidentes que he visto de niños te morías de lo variados e inverosímiles. El último lo sufrió en el
colegio la nieta de cuatro años de uno de los
amigos más amigos de mi marido, metió la cabeza entre dos
rejas de la verja del
patio y no salía ni pa tras ni palante, ya iban a llamar a los bomberos, iban a forzar la
reja con un gato, iban a todo....
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