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OROPESA DEL MAR: Jamás olvidé a aquel niño ni a aquella niña, que hoy...

Las conchas no desaparecieron, las guardaron las sirenas y jugaron con ellas varios años; yo sé donde están escondidas, en la Gruta del Diablo, a los pies de la Torre del Rey, AL ABRIGO DE LAS TÍMIDAS MAREAS.

Los niños entran a bucear en la gruta, pero pasan de las conchas,éllos tienen bastante con sus vídeo consolas y sus aparatejos de última generación. Si alguna vez vienes a OROPESA te digo donde están. Un abrazo, JUAN.

En lo de las concha mi estimada amiga, si hay algo de cierto, mi memoria guardó el lugar con todo detalle, y por alguna parte, tengo, aquella historia adornada con algunos frotes de fantasía. Una sirenita emergía de el fondo marino, y jamas se acercaba a la horilla, por miedo a que si enamorado, la viera en lo que se había convertido.
Lo buscaré uno de estos días. Es una historia entreñable, entre lo ficticio y lo real.
Hablando de lo real: como la mañana se empeña en mostrar su cielo grios,, pienso que me voy a aventurar por las calles del mundo y presenciar piuertas que se cierran: eso será en este instante, por Foro Común en el tema de literatura. Si no logro decir lo que quiero lo borro.
Mientras tanto mi deseo es un feliz día.
Un abrazo.

Siempre me han fascinado las historias de sirenas, esperamos ese relato con impaciencia, buen domingo y viaducto para los madrileños.

La buscaré. Buscaré la prometida historia.
Lo cierto es que, una vez colocados un par de mensajes, me he desplazado al campo, que he abandonado deprisa porque alguna nubes lloraban. Acoplado en el sillón delante de el ordenador, me disponía a escribir algo... Algo como una rosa, que siendo adolescente colgué de sis pelo. Abro del ordenador, el cual "me dice" que tengo un mensaje en Pueblos, habro y me encuentro con Rosas:ç
Saludos Rosas.

Entre zarzales (se cosechaba la judía) en las huertas cerca del molino: Los mayores, nos vigilaban y aquella observación de la madre de ella... (mi amiga de niñez y de cosas inocentes) no nos pasó desapercibida.
! Cuidado con el río!-Había dicho cuando botijo en mano, empredimos la marcha en dirección al río próximo.
Crece deprisa- me dije mientras fluía el fresco liquido dentro del botijo-Ella me esperaba cerca de la orilla y dijo:
-! Ten cuidado, no resbales!... Su voz me sonó a notas musicales de no se que guitarras. Se agarró de mi mano y...! hay!-Gritó, se había arañado mientras caminábamos entre las zarza: me detuve y anudé mi pañuelo... un poco azorado, sí había crecido. Sus piernas ya no eran de niño, y su pecho tras del blusa me mostraba unos bultos que señalaban caminaba a ser mujer.
Un vez anudado el pañuelo se alzó sobre sus pies y me regaló un beso en la mejilla mientras pronunciaba! Gracias y mi nombre.
-! Te has callado chico!-Dijo en tono que me pareció cariñosamente burlón, y apreté su mano. Apreté su mano, porque ella no sabía, que, acabadas estas últimas faenas de recolección de los frutos de la tierra, yo había decidido marchar a la ciudad.
Apenas hablamos el resto de la tarde. Delante de los mayores hablábamos apoco y de cosas diferentes.
Pocos días después. Todo aquello se perdió en el tiempo y para siempre. la esperé en la fuente. Aquel día colgué de su pelo la última rosa.
Aquel día me llevé su recuerdo hasta la ciudad, cruel y despiadada,, es lo que me pareciera los primeros días. Aquel día me lleve conmigo un beso breve de una niña casi mujer... beso que me mordía el alma y que muchos días me acompañó en el recuerdo. Mientras yo fui creciendo, recordando mis pájaros, mis huertos, mirío hasta que un día me di cuenta, de que mis miradas, eran para otras flores del barrío en el que vivía, y que miraba ya perdida mi inocencia.
Jamás olvidé a aquel niño ni a aquella niña, que hoy en un paseo por el campo
ha "reaparecido" y el recuerdo de el molino, la fuente, el adiós, y sus ojos que goteaban y que mojaron mi cara.

llueve en este instante sobre Toledo. Llueven recuerdos entre la lluvia, me brotan na borbotones, y hasta puede que en el curso del día "reguese" a ellos.
libertad.

Jamás olvidé a aquel niño ni a aquella niña, que hoy en un paseo por el campo
ha "reaparecido" y el recuerdo de el molino, la fuente, el adiós, y sus ojos que goteaban y que mojaron mi cara.

llueve en este instante sobre Toledo. Llueven recuerdos entre la lluvia, me brotan na borbotones, y hasta puede que en el curso del día "reguese" a ellos.
libertad.

LUGARES COMUNES, Juan: Todos tenemos recuerdos de caminos, huertos, molinos, ríos, incluso botijos, pero pocos sabemos expresar los sentimientos como tú.

Voy a emularte y te diré que "las nubes lloran sobre Pinto". Pero a pesar de sus lloros que vienen muy bien a todos, a mí me ha fastidiado un poco sacar a RUFFO y tener que limpiarle las patitas, ha vuelto hecho un asco, el cesped empapado y él con los hocicos queriendo sacar petróleo; Imagínate que poco romántico un perrito lleno de barro.

Feliz noche.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Aquí lloraron casi todo el día, tanto es asía que mi canina "Nely" se quedó en casa, por esa su rebeldía maniatica de restregarse allí donde mas porquería encuentra. Convenimos se quedara en casa, puesto que lavarla suponía una faena añadida a quien de ello se ocupa... muy atareada por cierto apoyados sus puños en las sienes con el inglés que a lo que parece, vamos a acabar hablándolo todo el mundo, por exigencias que a mi personalmente no me caen bien. Y es que estos hijos de la gran Bretaña no ... (ver texto completo)