Toxicología y usos medicinales
Es una planta muy venenosa y totalmente desaconsejada para uso particular con acciones muy fuertes sobre el corazón en dosis pequeñas, por esta razón su uso debe estar sujeto a control médico.
Las hojas son ricas en sustancias digitálicas de mayor actividad que en la "Dedalera" (Digitalis purpurea) como la oleandrina muy activa, tanto que incluso las mieles procedentes de la libación de las abejas en sus flores, hacen las mieles tóxicas.[1] La intoxicación por adelfa es parecida a la intoxicación digitálica, entre 4-12 horas después de la ingesta se producen alteraciones gastrointestinales acompañadas de náuseas y vómitos, con deposiciones diarreicas sanguinolentas, vértigo, ataxia, midriasis, excitación nerviosa seguida de depresión, disnea, convulsiones tetaniformes y arritmia en aumento, aparece taquicardia, fibrilación auricular y bloqueo con parada cardíaca.[cita requerida]
Conviene en caso de que aparezcan los primeros vómitos administrar fármacos analépticos, compuestos que tienen la virtud de controlar el ritmo cardíaco hasta que se normalice por completo.
En zonas rurales se preparaba una loción para uso externo como parasiticida contra la sarna utilizando las hojas frescas de adelfa mezcladas con miel y aplicada como ungüento.[cita requerida]
Esfinge de la Adelfa (Daphnis nerii) L. Existe la anécdota de que en España, en tiempos de la ocupación francesa por tropas napoleónicas y que consistió en una invitación por parte de los españoles a una abundante comida a los soldados de Napoleón, en la que, en los preparativos de la carne se usaron estacas peladas de adelfa para ensartarla y asarla, lo que provocó una gran mortandad en la tropa napoleónica.[2]
Las especies animales generalmente afectadas por su ingestión son los caballos, las vacas, ovejas y cabras. La sintomatología que se les produce es de debilidad, sudor, irritación bucal y estomacal, vómitos (no en caballos), diarreas, gastroenteritis con hemorragias, temblor extremidades frías, coma y a continuación la muerte puede ser repentina.
Es una planta muy venenosa y totalmente desaconsejada para uso particular con acciones muy fuertes sobre el corazón en dosis pequeñas, por esta razón su uso debe estar sujeto a control médico.
Las hojas son ricas en sustancias digitálicas de mayor actividad que en la "Dedalera" (Digitalis purpurea) como la oleandrina muy activa, tanto que incluso las mieles procedentes de la libación de las abejas en sus flores, hacen las mieles tóxicas.[1] La intoxicación por adelfa es parecida a la intoxicación digitálica, entre 4-12 horas después de la ingesta se producen alteraciones gastrointestinales acompañadas de náuseas y vómitos, con deposiciones diarreicas sanguinolentas, vértigo, ataxia, midriasis, excitación nerviosa seguida de depresión, disnea, convulsiones tetaniformes y arritmia en aumento, aparece taquicardia, fibrilación auricular y bloqueo con parada cardíaca.[cita requerida]
Conviene en caso de que aparezcan los primeros vómitos administrar fármacos analépticos, compuestos que tienen la virtud de controlar el ritmo cardíaco hasta que se normalice por completo.
En zonas rurales se preparaba una loción para uso externo como parasiticida contra la sarna utilizando las hojas frescas de adelfa mezcladas con miel y aplicada como ungüento.[cita requerida]
Esfinge de la Adelfa (Daphnis nerii) L. Existe la anécdota de que en España, en tiempos de la ocupación francesa por tropas napoleónicas y que consistió en una invitación por parte de los españoles a una abundante comida a los soldados de Napoleón, en la que, en los preparativos de la carne se usaron estacas peladas de adelfa para ensartarla y asarla, lo que provocó una gran mortandad en la tropa napoleónica.[2]
Las especies animales generalmente afectadas por su ingestión son los caballos, las vacas, ovejas y cabras. La sintomatología que se les produce es de debilidad, sudor, irritación bucal y estomacal, vómitos (no en caballos), diarreas, gastroenteritis con hemorragias, temblor extremidades frías, coma y a continuación la muerte puede ser repentina.