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OROPESA DEL MAR: ! Hola! Verás: no siempre era triste la soledad que...

Bullía el puerto al caer de la tarde. Ella se sentó frente a mi en una mesa cercana. Después de una mirada al mar o a un punto indefinido se puso a escribir algo. Yo hacía rato que hacía lo mismo... ¿Para quien escribes? le hubiera preguntado? Se detiene, me mira y sonríe, porque en ese instante, ambos, dejamos sobre nuestras mesas una cuartilla arrugada. Luego otro y otro. yo hago una bola las cuartillas y las guardo en el bolsillo. ¿Estás sola?- Hubiese querido decirle cuando nuestras miradas se cruzan de nuevo. Yo escribía en ese momento: ¿Que te ocurre mujer, que te tortura? Si hubiera un gesto en ti, una llamada de tus ojos, me acercaría... tomaría su mano, la alogaría en la mía... Escribí en la cuartilla: presiento que algo deshojas en la tarde. que te sientes sola e insegura. puedo ser tu amigo... pero sin duda estas llamando a alguien que no viene, que se perdío en el tiempo´. Estas sola y si tu quisieras podríamos compartir nuestros secretos. ¿Porque no me cuentas el secreto de esas hojas que amontonas? Yo te contaría lo que digo en las mías.
Se levanta, pasa delante de mi me mira de su mirada triste y arroja, las cuartillas arrugadas a la papelera: se pierde dentro del local. Aprovecho para mirar en la papelera...
NO LLORARÉ JAMAS POR TI, NO MERECES EL LLANTO QUE HE VERTIDO. ME GOLPESTE, ME ROBASTE LA ILUSIÓN...
Se siente sola- me dije- Se siente sola y yo también. ¿como aproximarme a ella?
Regresaba y me puse a escribir.:! maldita soledad!! Maldita la aroma de los recuerdos! Quisiera encontrar las palabras exactas, acercarme a ti y decirte: No te sientas sola. Quisiera romper este "pacto de silencio, callara mi '0pluma, y hablaran tus labios y los míos. Tome el mismo camino que ella acababa de tomar. A mi regreso, la veo se acerca a la papelera, busca, mira a su alrededor, desconcertada... Es la ocasión; me acerco:" ¿buscas esto? Me mira enojada. No no he robado tu secreto le dije, y añadí: creo que estamos escribiendo las mismas cosas. ¿Me permites que me siente a tu lado? Asintió. Asintió y tomando de mi bolsillos las bolas arrugadas le dije: puedes leer, escribía sobre ti, sobre mi soledad y tal vez la tuya...
Leyó en alta voz, frente a mi, roto el silencio:
No quiero pensar en esos trozos del ayer que me trae el recuerdo. En este mismo lugar te conocí, me fui mas allá del mar: desapareciste. Frente a mi hay una joven, cuyos ojos son una cascada brillante. Su mirada tiene chispas de luz. su mirada es profunda. No se porque en sus ojos he leído. que en sus ojos hay chispas de una luz que un día se encendió al amor. y luego soplaría un viento de silencio. No quiero beber de la fuente del recuerdo. Frernte a mi, pienso que alguien está en el mismo lugar que yo..."
Se detuvo en la lectura y ya lejos de la tristeza me dijo: Amigo. estoy leyendo algo muy parecido a lo que yo vengo de escribir... puedes leerlo
Navego entre nubes, y presiento que aquellas estrellas que brillaron se han apagado... frente a mi hay alguien que me mira, y su mirada tiene silencios de alegría. Me aercaría a su mirada... y si me lo permitiera, tomaría su mano y le diría. "Si te sientes sola. permite que sea tu amigo. No pronunciaran mis labios nada que pueda ofenderte...
Su mano buscó la mía encima de la mesa, y minutos después, caminamos en la noche mucho tiempo.
Luego con un beso en la mejilla, me dijo: "gracias amigo" si mañana nos encontramos, te contaré mi historia.
Aquella extraña mujer por la que sentía un gran afecto, añadió: no me sigas. me ha hecho feliz tu cota amistad. tal vez mañana...
Fueron las últimas palabras, ella se perdió en la noche. Ambos en la soledad... apartando recuerdos.
libertad.

¿Para quien escribes? le hubiera preguntado?

HOLA JUAN, ¿se lo preguntaste?. Sigo leyendo y veo que sí, hubo un acercamiento, pero las vidas son paralelas sin tangencias, sin puntos en común, ahí está el secreto de la soledad; cuando te sientes solo es porque no tienes nada que compartir con otra persona.

Tú comparte tus escritos con nosotros, mientras los leemos algo de nuestro cariño y calidez te llegará.

Un abrazo.

Veras: En las Palmas de Gran Canaria, hay un lugar, hacia el Este, que era zono militar. en realidad es iujna pequeá península, que se unis a la isla, por el puerto de un lado y del otro la playa de las Canteras. Era un lugar visitado por marineros, y por mía algunas tardes.. poco antes de conocer a algiuien, que como otras cosas, ya el destino tenía dispuesto.
Una de esas tardes, y mientras se disponían los sabrosos pescaditos,, una joven me miraba mientras escribía, yo hacía otro tanto. Como era muy bonita, esto quedaba reflejado en la cuartilla, y deseos de charlar con ella, sin encontrar el medio de abordarla. Anotaba que la encontraba triste, y que tenía sus secretos.! Claro que los tenía! Su marinero, se había quedado para siempre en Venewzuela; me confesaría; antes de perderse en la noche y por las calles de la ciudad
Curioso que no se me hayan borrado de mi memoria ni tan siquiera como estaban colocadas las mesas. Y hasta creo que tengo dos historias mas de la Isleta, donde masaba muchas tardes, enbebido en memorias, mar, puerto y las gentes aue por allí circulaban.
Ren en cuenta que hasta unos meses antes colo conocía el mar por los libros y lo que de él se me contaba. me enamoré del mar., y sinceramente fue una época inolvidable.
No lo dudes que contaré. para mí es un placer abrazar recuerdos.
! Pasad un feliz fin de semana!

Hola Juan no me canso de leerte es un placer, ya ley otras cosas tuyas todas bonitas, con su punto triste, la verdad que asi son los recuerdos,
Tu los plasmas de tal manera que una se mete en lo que cuentas
Te deseo una feliz tarde y como dice Noemi, sique escribiendo,
Un besooooooooooooooooooooooooooo

! Hola! Verás: no siempre era triste la soledad que se quedaba conmigo. Yo la buscaba a veces, en algún valle, en algún río. y otras en ese basurero que es el mundo cortaba alguna flor y compartía. No no son solo polvo en la memoria las muchas cosas vividas. ¿Que me falta por probar si creo haber probado todos los frutos, dulces o amargos de la vida? Digamos que no hay olvidos, e cosas bellas o menos bellas, y que las visito desde mi memoria-.
Hace mucho tiempo que me inicié solo en la larga calle donde camíné unas veces feliz y otras lastimado. Que mi ansia de vivir era grande... y que hoy aún contemplo el mudo a caballo de la esperanza. Pienso que nos pasa a muchos, que desde un alba fuimos en busca de albas.
Yo solo me sentí un adolescente triste, cuando mi destino me quitó mis trigos mis olivares, mis huertos, mis págaros, y la amiga que me comprendía.. Yo me sentó un poco desconcertado los primeros días en la ciudad, que aunque me robó cosas bellas me dio otras... como por ejemplo la ternura de una mujer. Es algo hermoso tal descubrimiento... aunque en algunos casos fueran encuentros breves. Siempre queda algúnn recuerdo, y en el tiempo surge la preguna: ¡Será auella chiquilla de ayer, una viejecita adorable? A veces no es preciso preguntarse.. Esos muchos años en alguna de estas viejecitas, te cuentan cosas que sabes. naturlamente que no se cuentan todas, del mismo modo que se oculta el nombre del o la protagonista de la historia.
"Pasarán: pasaremos... mientras tanto veremos como se balancea el péndulo de los recuerdos.
Curioso: hoy escribía, sobre la experiencia, con una de esas mujeres de la noche. Lloraba aquella noche el cielo lluvia, pagué y no consumí. La esperiencia fue que hasta en ese viejo oficio hay sentimientos. Charlamos de mil cosas. Era madre, y los hacía por su hijo... otras causas inmerecidas, y, el hambre: la creí- Me sentía mal, un poco canalla. No repetí jamas... pese a que el desierto es duro muy duro. La historia se ha quedado sin terminar. Si recuerdo que cuando gané la calle, lloraban las farolas. y me dije: El mundo no para de llorar.
Un abrazo.