Te interesa saber...
Hay distintos tipos de aloe que no deben mezclarse, porque se corre el riesgo de polinizar unas plantas con otras, creando híbridos que desvirtúan las características del aloe que queremos obtener. En caso de no estar seguros de que esto pueda ocurrir, la mejor opción es cortar la vara de la flor a media altura, por debajo de donde están las flores, antes de que se abran. El resto de la vara lo sacaremos fácilmente, cuando ésta quede seca.
El aloe es un ser vivo, por tanto nace, crece y se reproduce. Esto significa que de la primera semilla que brota saldrá una planta madre, de cuya raíz nos pueden salir otras plantas de aloe consideradas sus hijos. Estos hijos deben ser cortados de raíz cuando tengan la altura adecuada (unos cuatro dedos), para ser replantados a la distancia pertinente, de forma individual.
Las propiedades curativas del aloe se manifiestan cuando la planta llega a la edad adulta, hecho que sucede a los tres años, aproximadamente desde que han hecho la flor.
Hay distintos tipos de aloe que no deben mezclarse, porque se corre el riesgo de polinizar unas plantas con otras, creando híbridos que desvirtúan las características del aloe que queremos obtener. En caso de no estar seguros de que esto pueda ocurrir, la mejor opción es cortar la vara de la flor a media altura, por debajo de donde están las flores, antes de que se abran. El resto de la vara lo sacaremos fácilmente, cuando ésta quede seca.
El aloe es un ser vivo, por tanto nace, crece y se reproduce. Esto significa que de la primera semilla que brota saldrá una planta madre, de cuya raíz nos pueden salir otras plantas de aloe consideradas sus hijos. Estos hijos deben ser cortados de raíz cuando tengan la altura adecuada (unos cuatro dedos), para ser replantados a la distancia pertinente, de forma individual.
Las propiedades curativas del aloe se manifiestan cuando la planta llega a la edad adulta, hecho que sucede a los tres años, aproximadamente desde que han hecho la flor.