La llama encendida no se va a apagar
por el simple hecho de que no esté
más.
Los hombres que “viven” no se mueren
nunca,
se duermen de a ratos, de a ratos
pequeños,
y el sueño infinito es sólo una
excusa.
por el simple hecho de que no esté
más.
Los hombres que “viven” no se mueren
nunca,
se duermen de a ratos, de a ratos
pequeños,
y el sueño infinito es sólo una
excusa.