• No entierres demasiado el bulbo para evitar podredumbres. Planta los bulbos con la punta mirando hacia arriba a unos 10 cm. de profundidad, incluso sobresaliendo el ápice.
• Riega con cierta frecuencia, pero con poco agua para evitar pudriciones del bulbo.
• Riega con cierta frecuencia, pero con poco agua para evitar pudriciones del bulbo.