La reproducción parece ser de lo más fácil. Y es que las violetas se autoreproducen mediante semillas. Incluso, hay variedades que se reproducen por raíces aéreas que nacen de los nudos, extendiéndose a lo largo del terreno y llegando a tapizarlos por completo. Además, no son flores que precisen mucho sol por lo que son perfectas para dar vida a un rincón sombrío en el cual no sabías que plantas poner ya que la mayoría necesitan de la luz natural.