Regreso de mi pueblo, al que partí por evadirme de tanto desproposito: las gentes hablan de lo mismo.
la noticia que hoy me llega es que los pensionistas no nos libramos: La intención del PP es "sisarnos" 5.000 millones de euros. "! Gracias pepe! De nada.
Viajero como soy, de las calles frías y su grito, me desplacé a un lugar, donde una gran encina de mis abuelos, me daba sombra, y ya pensaba, que me lanzaría a caminar las calles: hacía muy poco que había terminado la segunda guerra mundíal, y de la particular que sufrimos algunos, aún quedaban secuelas por los campos, de zanjas en las colinas. El tiempo las ha borrado.
De lo que el tiempo no se encarga de borrar, es que los hombres segumos caminando y tropezando. Yo caminaba a lomos de un burro a guardar los melones. y pese a que la escuela no fue muy generosa conmigo, ya escribía a lapiz en todo lo que encontraba un espacio en blanco: /Cantaban los grillos, cantaban las hoces: sudaban los segadores...! se llenaba de sueños un niño! en las profundas noches/! Que cosas tan sencillas sueñan los niños!... escribí un día al pie de el viejo roble-."
Los surcos se aromaban
de cosas muy sencillas,
hasta el verso brotaba
en amor a la semilla.
Me crecían palabras
de amor junto a la encina
en tardes sosegadas...
y otras mil heridas.
¿Que habrá en la senda larga
-me pregunté algún día-
que luces apagadas
y cuantas encendidas?
-Cantaban los mil grillos.
se afanaban las hormigas.
Huyeron los vencejos.
partieron las golondrinas...
Mi atada lena de sueños
conservo mal herida.
libertad.
la noticia que hoy me llega es que los pensionistas no nos libramos: La intención del PP es "sisarnos" 5.000 millones de euros. "! Gracias pepe! De nada.
Viajero como soy, de las calles frías y su grito, me desplacé a un lugar, donde una gran encina de mis abuelos, me daba sombra, y ya pensaba, que me lanzaría a caminar las calles: hacía muy poco que había terminado la segunda guerra mundíal, y de la particular que sufrimos algunos, aún quedaban secuelas por los campos, de zanjas en las colinas. El tiempo las ha borrado.
De lo que el tiempo no se encarga de borrar, es que los hombres segumos caminando y tropezando. Yo caminaba a lomos de un burro a guardar los melones. y pese a que la escuela no fue muy generosa conmigo, ya escribía a lapiz en todo lo que encontraba un espacio en blanco: /Cantaban los grillos, cantaban las hoces: sudaban los segadores...! se llenaba de sueños un niño! en las profundas noches/! Que cosas tan sencillas sueñan los niños!... escribí un día al pie de el viejo roble-."
Los surcos se aromaban
de cosas muy sencillas,
hasta el verso brotaba
en amor a la semilla.
Me crecían palabras
de amor junto a la encina
en tardes sosegadas...
y otras mil heridas.
¿Que habrá en la senda larga
-me pregunté algún día-
que luces apagadas
y cuantas encendidas?
-Cantaban los mil grillos.
se afanaban las hormigas.
Huyeron los vencejos.
partieron las golondrinas...
Mi atada lena de sueños
conservo mal herida.
libertad.