El invierno no se le come el lobo, ni el verano tampoco. Denota que, aunque se retrasen algo las estaciones del año, como en ocasiones suele suceder, no por eso dejan de presentarse.
El mal invierno pone a la primavera su sello. Si el invierno es frío la primavera también lo es.
El mal invierno pone a la primavera su sello. Si el invierno es frío la primavera también lo es.