TARRINA DE FRUTAS
40' más 1 o 2 noches de refrigeración
mínimo
Ingredientes
- 100 gramos de grosellas negras
- 120 gramos de grosellas rojas
- 110 gramos de arándanos
- 350 gramos de fresas
- 225 gramosde frambuesas
- 4 láminas ó 10 gramos gelatina en polvo
- 250 mililitros de vino rosado
- 2 cucharadas de azúcar extrafino
- 1 cucharada de zumo de limón
- 75 mililitros de puré de frambuesas
Seleccionar las frutas, retirar los tallos y, a continuación, mezclarlas con cuidado para no estropearlas. Poner a remojar la gelatina. Disponer cuidadosamente la fruta en un molde alargado de 13 x 23 x 7 centímetros de un kilo de capacidad, disponiendo la fruta más pequeña debajo. En un cazo pequeño, calentar la mitad del vino hasta que empiece a hervir. Retirar el cazo del fuego y añadir el azúcar, la gelatina y el zumo de limón. Remover para disolverlo bien. Incorporar el vino restante y las frambuesas en puré. Reservar 150 mililitros del líquido y verter el resto sobre la fruta. Cubrir la superficie con film transparente. Colocar encima un molde ligeramente pesado, de un kilo de peso, y refrigerarlo durante una hora, como mínimo, o toda la noche a ser posible, hasta que la tarrina esté cuajada. Retirar el molde de encima y el film transparente. Calentar ligeramente el líquido reservado y verterlo sobre la superficie de la tarrina. Cubrir de nuevo con el film transparente y refrigerar toda la noche. Justo antes de servir desmoldar la tarrina mojando un instante la base del molde en agua caliente y volcándolo sobre una fuente.
Cortar la tarrina en rodajas, decorarla con bayas frescas adicionales.
40' más 1 o 2 noches de refrigeración
mínimo
Ingredientes
- 100 gramos de grosellas negras
- 120 gramos de grosellas rojas
- 110 gramos de arándanos
- 350 gramos de fresas
- 225 gramosde frambuesas
- 4 láminas ó 10 gramos gelatina en polvo
- 250 mililitros de vino rosado
- 2 cucharadas de azúcar extrafino
- 1 cucharada de zumo de limón
- 75 mililitros de puré de frambuesas
Seleccionar las frutas, retirar los tallos y, a continuación, mezclarlas con cuidado para no estropearlas. Poner a remojar la gelatina. Disponer cuidadosamente la fruta en un molde alargado de 13 x 23 x 7 centímetros de un kilo de capacidad, disponiendo la fruta más pequeña debajo. En un cazo pequeño, calentar la mitad del vino hasta que empiece a hervir. Retirar el cazo del fuego y añadir el azúcar, la gelatina y el zumo de limón. Remover para disolverlo bien. Incorporar el vino restante y las frambuesas en puré. Reservar 150 mililitros del líquido y verter el resto sobre la fruta. Cubrir la superficie con film transparente. Colocar encima un molde ligeramente pesado, de un kilo de peso, y refrigerarlo durante una hora, como mínimo, o toda la noche a ser posible, hasta que la tarrina esté cuajada. Retirar el molde de encima y el film transparente. Calentar ligeramente el líquido reservado y verterlo sobre la superficie de la tarrina. Cubrir de nuevo con el film transparente y refrigerar toda la noche. Justo antes de servir desmoldar la tarrina mojando un instante la base del molde en agua caliente y volcándolo sobre una fuente.
Cortar la tarrina en rodajas, decorarla con bayas frescas adicionales.