La belleza agrada, el ingenio divierte, pero solo la bondad ilumina.
Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible.
Las almas bellas son las únicas que saben todo lo que hay de grande en la bondad.
La confianza en la bondad ajena es testimonio no pequeño de la propia bondad.