Le dice la mujer al marido: -Cariño, ¿Porqué no arreglas la luz del pasillo? -Yo no soy electricista! Al rato le vuelve a preguntar: -Cariño, ¿Puedes arreglar la manguera de la ducha que pierde
agua? -Pero si yo no soy fontanero!
Al día siguiente llega el marido de trabajar y ve que la luz del pasillo ya funciona y que la ducha está arreglada. Le pregunta a la mujer: -Cariño, has arreglado tu estas cosas? -No, he llamado al vecino. - ¿Y te cobró algo? -Me dijo que le podía hacer una
tarta, o acostarme
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