Como las mareas que vienen y van en el tiempo he decidido volver, a entregar una nueva capa de mí, parezco despertar de un gran sueño y este me ha dejado como cuando te despiertas luego de una noche de juerga... con un entumecimiento general de los huesos y un embotamiento de los sentidos primordiales del ser. Desgarro la capa, desgarro el velo y me encuentro con la piel más dura soy como un árbol con dura corteza, y sin embargo mi interior es un aliento pulsante, un músculo latiente y vivo. Este momento de Regreso al Sur nuevamente me encuentra viva y despierta, al final del camino.