Situada junto al mar Mediterráneo cuenta con unas excelentes playas y pequeñas calas naturales. El pintoresco Casco Antiguo, de trazado medieval, con sus estrechas y empinadas calles, cuajadas de tiendas de antigüedades, fotografía, salas de exposiciones y museos, así como tabernas típicas, pequeños restaurantes y boutiques de productos singulares, rincones típicos, culminando por las ruinas de las murallas y el Castillo.
Al atardecer, el visitante puede disfrutar de un apacible paseo por el entramado de calles que configuran el conjunto histórico, asistiendo a subastas populares de objetos antiguos, contemplando las antigüedades expuestas en tiendas o mercadillos, o degustando los platos típicos de la localidad en las distintas terrazas o restaurantes emplazados en lo alto de los más pintorescos edificios.
Por los senderos cercanos a la Sierra de Oropesa, se puede disfrutar del panorama de los campos de naranjos en un primer plano, enmarcados por el mar. En la sierra se encuentran parajes naturales que contrastan con el paisaje marino. Igualmente en el Monte del Bobalar, que cae sobre el mar y el puerto deportivo, puede disfrutarse de lugares como El Mirador que, en días despejados, deja entrever la silueta del Parque natural de las Islas Columbretes en el horizonte. Es característica la vegetación autóctona de estos alrededores.
Al atardecer, el visitante puede disfrutar de un apacible paseo por el entramado de calles que configuran el conjunto histórico, asistiendo a subastas populares de objetos antiguos, contemplando las antigüedades expuestas en tiendas o mercadillos, o degustando los platos típicos de la localidad en las distintas terrazas o restaurantes emplazados en lo alto de los más pintorescos edificios.
Por los senderos cercanos a la Sierra de Oropesa, se puede disfrutar del panorama de los campos de naranjos en un primer plano, enmarcados por el mar. En la sierra se encuentran parajes naturales que contrastan con el paisaje marino. Igualmente en el Monte del Bobalar, que cae sobre el mar y el puerto deportivo, puede disfrutarse de lugares como El Mirador que, en días despejados, deja entrever la silueta del Parque natural de las Islas Columbretes en el horizonte. Es característica la vegetación autóctona de estos alrededores.