Los hombres que tienen aritos en las orejas están mejor preparados para el matrimonio, ya experimentaron con el dolor y compraron joyas.
Un hombre le dice a otro, muy orgulloso: Mi mujer es un ángel. Y el otro le dice: Qué suerte que tienes, la mía sigue viva.
Un hombre le dice a otro, muy orgulloso: Mi mujer es un ángel. Y el otro le dice: Qué suerte que tienes, la mía sigue viva.