OTRO ROMANCILLO, ESTA VEZ CON VERSOS DE SIETE SÍLABAS
Mi valle siempre verde
espigados los trigos,
y las aves volando
en un mar de suspiros.
El río, sus orillas,
los vencejos volando,
repicar de campanas
en la tarde tranquila
que llaman al rosario.
Mi pueblo en la llanura
junto a viejos meandros
y los viejos amores
ocultos tras los álamos.
Rompe el techo del cielo
la torre de la iglesia
con su bello retablo,
el Canal de Castilla
discreto entre los prados.
Mi pueblo, hogar, mi guía
el Melgar de mi vida.
Lo ha hecho una amiga mía de Melgar de Fernamental (Burgos).
Mi valle siempre verde
espigados los trigos,
y las aves volando
en un mar de suspiros.
El río, sus orillas,
los vencejos volando,
repicar de campanas
en la tarde tranquila
que llaman al rosario.
Mi pueblo en la llanura
junto a viejos meandros
y los viejos amores
ocultos tras los álamos.
Rompe el techo del cielo
la torre de la iglesia
con su bello retablo,
el Canal de Castilla
discreto entre los prados.
Mi pueblo, hogar, mi guía
el Melgar de mi vida.
Lo ha hecho una amiga mía de Melgar de Fernamental (Burgos).