DÉCIMAS ESPINELAS
HABLA EL NOVIO:
La mañana se desgrana
entre saludos y besos,
preso de unos labios gruesos
y de la flor más galana.
La bruma en hora temprana
me recuerdan travesías,
de aventuras, correrías,
los amoríos de loco,
que me aportaron tan poco,
y que recuerdo estos días.
Con el barco engalanado
pongo rumbo hacia Oropesa,
con mi vela zelandesa
y el corazón bienhadado,
de buena suerte blindado.
La Virgen de la Paciencia,
me recibió con clemencia
en su cámara de Alcora,
casi mis pecados llora,
mas demostró su indulgencia.
Noemí.
HABLA EL NOVIO:
La mañana se desgrana
entre saludos y besos,
preso de unos labios gruesos
y de la flor más galana.
La bruma en hora temprana
me recuerdan travesías,
de aventuras, correrías,
los amoríos de loco,
que me aportaron tan poco,
y que recuerdo estos días.
Con el barco engalanado
pongo rumbo hacia Oropesa,
con mi vela zelandesa
y el corazón bienhadado,
de buena suerte blindado.
La Virgen de la Paciencia,
me recibió con clemencia
en su cámara de Alcora,
casi mis pecados llora,
mas demostró su indulgencia.
Noemí.