Con una longitud próxima a un kilómetro partían desde el
castillo. Los restos arqueológicos más antiguos sitúan la existencia de un recinto
amurallado anterior al s. XI, pero el crecimiento de la ciudad obliga a la reestructuración de sus
murallas, y así,
Segorbe experimentará a lo largo de los siglos distintas modificaciones y ampliaciones de la misma. La
muralla que se conserva pertenece al trazado que existió en el s. XIV, y la podemos contemplar en la
calle del Argén, donde encontramos el alfiz que enmarca los
arcos del Portal del Argén, datados en el s. XI, antigua
puerta de entrada a la ciudad.