La Vall de Almonacid, pueblo de origen arabe asentado en la ladera del monte. En sus calles, llenas de tradición y belleza, uno puede perderse en una época medieval. Enclavada en la Sierra de Espadán, donde se puede hacer senderismo, ciclismo, caballo y otras muchas actividades, todo aquel que viene repite. Su comida autóctona, excelente y sabrosa, se puede degustar en los diferentes restaurantes de la localidad. Y lo más importante, en la Vall de Almonacid se puede encontrar un gran lugar de descanso para el cuerpo y la mente con gran paz por el silencio que reina. Os invito a que la visitéis y comentéis vuestra experiencia.