Quiero desde aquí felicitar a estos
pueblos que celebran sus
fiestas, porque nadie les amedrenta, aun saliendo a los medios tantas voces que, según ellos, pretenden cargarse nuestras
tradiciones, como es el caso de la fista de moros y cristianos o las fallas, incluso manipulando la
historia.
Pienso, y es mi criterio, que todo aquél que entra en
casa ajena, nada más que por sentido común, educación y respeto, deberá adecuarse a las
costumbres de esa casa, si lo que pretende es convivir con sus
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