La Ruta de las 3
cascadas de
Anna
se ha señalizado correctamente la ruta con marcas de pintura blanca y azul, balizas y postes de dirección. La Ruta de las 3 cascadas de Anna es una de las rutas senderistas más espectaculares de la provincia de
Valencia, un precioso recorrido de 3 kilómetros junto al
río Sellent (incluyéndose visita al Gorgo de la
Escalera) en el que disfrutar, en plena
naturaleza, de 3 preciosos saltos de
agua y un bello
paseo apto para toda la
familia. La mejor manera de recorrer la ruta es gracias a nuestro
sendero señalizado OFICIAL de la Ruta de las 3 Cascadas de Anna, actualizado a febrero de 2022.
También podéis optar por este otro track de Valencia Bonita en el que se evita la visita al Gorgo de la Escalera y solo se realizan las 3 cascadas (menos de 2 kilómetros, incluyendo ida y vuelta).
OJO: si bien es una ruta bella y que no resulta difícil realizarla, sí es algo técnica en algunos puntos que pueden ser resbaladizos, húmedos o con zonas donde tenéis que extremar la precaución al poner el pie, por lo que es recomendable buen calzado senderista, calma y destrepar agachado si es necesario (la ruta es sencilla para gente acostumbrada a la
montaña). Hay rutas que enamoran, sobre todo para realizar con buen tiempo y después de días de
lluvias. Hablamos de la Ruta de las 3 cascadas de Anna, un recorrido apto para toda la familia -tan solo tenéis que tener alguna consideración en algún tramo si vais con los más pequeños- que podréis realizar en una hora -contando ida y vuelta y que os paráis a tomar
fotografías y admirar las cascadas y el paraje- y que, tras realizarla, seguramente repetiréis en el futuro, como nosotros haremos tras nuestra visita. Pero esta ruta no es solo una caminata senderista en plena naturaleza, sino que también es un recorrido histórico, ya que, desde la creación de la Villa de Anna en el siglo XII por el
pueblo musulmán Almohade, hasta el siglo XX, era común el ingenio para aprovechar los cursos del agua, lo que permitió levantar infinidad de
molinos y artefactos fabriles de todo tipo. Desde molinos de harina o de papel, batanes para el tratamiento de paños,
fábricas de borra, textiles…, hasta fábricas de luz, todos ellos movidos por la energía hidráulica que producían los saltos de agua -muy a nuestro pesar, de aquellos viejos tiempos a lo largo de la ruta, tan solo podremos ver hoy en día los restos de una antigua
fábrica y una rueda de un antiguo
molino-. Esta senda, la habilitada y conocida como la Ruta de las 3 cascadas de Anna, que antaño era transitada por hombres y mujeres hacia las fábricas para cumplir con su jornada laboral, hoy se utiliza con fines más recreativos, la cual nos invita a disfrutar del
paisaje siguiendo las huellas del pasado del pueblo de Anna. La ruta comienza a la altura de la Avenida Diputación nº65 –por si queréis aparcar por esa zona-, donde al final de la
calle tendréis un pequeño
parque infantil y la primera indicación y un panel del recorrido. En el primer tramo de la Ruta de las 3 cascadas de Anna, a tan solo unos minutos del comienzo, nos encontramos con la
cascada del Gorgo Gaspar, donde podréis
comer si lo deseáis en unos banquitos de
piedra junto al rumor de un bonito
salto de agua y un
puente cercano a él. A este
rincón también se le conoce como Gorgo de Palet, tal y como nos mencionan desde el
ayuntamiento de la localidad, cuyas
aguas procedentes de la Albufera de Anna conforman un salto que en otro tiempo daba energía hidráulica a una fábrica textil por medio de una
noria, unas aguas que río abajo seguían aprovechándose para poner en funcionamiento otras industrias. Descendiendo por la senda y dejando atrás el Gorgo Gaspar, hallamos las
ruinas de la “Fábrica Miguelín”, para luego desviarnos hacia la impresionante Cascada de los Vikingos, donde seguramente os mojaréis con las microgotas que rebotan y golpean en las
piedras de la poza de este bello salto, además de que posiblemente os encontréis con gente practicando barranquismo acuático –como recomendación, debéis siempre seguir las pequeñas indicaciones que os guiarán el
camino correcto, que en este caso son en forma de cuerdas, tablas, barandillas o senda habilitada-. El último tramo de la ruta es quizás el más complicado, puesto que habrá un momento en el que debéis de intuir el camino. Al salir de la cascada de los Vikingos debéis hacer una pequeña ascensión para llegar casi, al minuto, al lecho del río, donde sin cruzarlo tomaréis la senda de la derecha. A pocos metros, tendréis que subir en altura a una senda que discurre paralela a la derecha, por lo que tendréis que dar un pequeño saltito y caminar por el borde de un pequeño precipicio que apenas tiene peligro pero que hay que tener respeto. Bajáis este camino y continuáis recto por la senda y tenéis que tomar el segundo camino a la izquierda, para atravesar el río por un puente hecho con tablas de un palé, para así descubrir finalmente la llamada Cascada del Salto, cuyas aguas se precipitan desde lo alto del Gorgo de la Escalera.