El
Palacio de los Condes de Cervellón: la pequeña Alhambra valenciana
Este palacio recuerda por su
arquitectura al
monumento más emblemático de
Granada.
Castillo-Palacio de los Condes de Cervellón (
Anna)
El Castillo-Palacio de Anna, catalogado como bien de interés cultural (BIC), toma el nombre de los Condes de Cervellón, por haber sido palacio condal de esta
familia: la última que poseyó el condado de Anna a principios del siglo XIX, antes de que se produjese la extinción de los derechos feudales. Sin embargo, antes de ello fue alcázar musulmán de tiempos del Imperio Almohade (siglos XII-XIII), y fortaleza señorial de la Orden de Santiago, de los Vilanova, de los Borja, de los Pujades y de los Coloma condes de Elda, en los siglos XIII al XVIII.
El
edificio original era un conjunto de
torre con albacar-
refugio, fabricado con muros de tapial andalusí, como se observa en los basamentos de la parte posterior del inmueble. Estos muros sufrieron escasas reformas hasta que sobrevino la obtención del título de conde por Ferran Pujades de Borja, en 1604. Se emprendió entonces una remodelación en profundidad que transformó el castillo en palacio residencial.
Parece que la
casa-palacio no sufrió daños importantes con el terremoto de 1748, con epicentro en
Montesa-
Estubeny. Ya en 1885 se realizaron importantes trabajos de restauración del Palacio condal, costeados por
Cruz Navarro Sarrión, como consta en un lienzo al óleo que se conservaba en la sacristía de la
iglesia parroquial de Benetúser, representando a
San Vicente Ferrer sobre el edificio con los andamios puestos. Cinco años después, en 1890, los condes de Cervellón vendieron sus propiedades a Ricardo Trénor Bucelli, burgués millonario de ascendencia irlandesa, cuyos descendientes, en 1980, negociaron la venta al
Ayuntamiento. Décadas mas tarde (2000-2005) se recurrió a un taller de empleo y a una
escuela-taller para rehabilitar el inmueble y formar a profesionales del municipio, de diferentes edades y dedicaciones. Simultáneamente, se completó la obra con una restauración arquitectónica y una ornamentación de
tradición islámica, obra de expertos artesanos musulmanes (2006-2007).
En su interior se descubren los orígenes del municipio en el
Museo del
Agua ubicado en el aljibe, donde se exponen paneles informativos acerca del patrimonio hidráulico; las formas de vida “antiguas” se recrean a través de objetos donados por el vecindario expuestos en la Sala Etnológica de las caballerizas (
aperos de
labranza, mobiliario, útiles de diferentes oficios tradicionales…). El pasado
medieval con la presencia almohade toma protagonismo en el
patio y salas árabes, donde las
fuentes estrelladas y el sonido del agua, junto con las yeserías, mármoles, artesonados de madera y
cerámica vidriada, recrean el esplendor de la decoración islámica.
La Edad Moderna adquiere protagonismo en el espacio abovedado de la Sala Borja, donde se ubica la
Capilla de
Santa Ana (s. XV-XVI) y la Sala Cervellón (s. XVII-XVIII) revestida con molduras, mármoles y pinturas barrocas, sin dejar de mostrar la esencia del castillo almohade que fue, con sus
ventanas lobuladas y paso de ronda.
La Sala de Anna rememora el pasado más reciente del
pueblo, recuerda a sus personajes ilustres y habla de los estudios que se han hecho sobre la
historia y el patrimonio locales.
Los objetos expuestos, decoración y mobiliario de las salas, las vitrinas y paneles informativos, se complementan con proyecciones en diferentes salas, que ayudan junto con las explicaciones de los guías, a aproximar la historia de Anna y del Castillo-Palacio