El
castillo de
Benisanó, en la población del mismo nombre, es uno de los mejor conservados de la
Comunidad Valenciana. Fue edificado en la segunda mitad del siglo XV sobre el solar de una antigua alquería árabe denominada Benixanut, gracias a los deseos de la
familia Cavanilles y Villarrasa, señores de Benisanó. Se puede considerar esta edificación como un castillo-
palacio, donde se conjugan la fortaleza y la residencial señorial. En su aspecto primitivo, el castillo contaba con un
puente levadizo y foso; el remate de la
torre central era triangular y puntiagudo, estos elementos fueron eliminados en reformas posteriores. Las principales estancias del Castillo son el
patio de armas; el vestíbulo, donde acceden los antiguos subterráneos ahora habilitados como
bodegas; la sala noble, en la que hay que destacar las
puertas blasonadas, la
chimenea, una
vidriera y los azulejos, que fueron incorporados a finales del siglo XIX en la reforma realizada bajo los designios de Luis Beltrán Escrivá de Romaní y la habitación donde residía el rey Francisco I de
Francia cuando estuvo prisionero durante dieciocho días en nombre de Carlos I de
España.