En el
museo parroquial el viajero podrá encontrar obras sacras, pero también otras de distinto origen, producto de donaciones, especialmente de pintores valencianos, como Sorolla, e incluso un cáliz atribuido al célebre
escultor y orfebre renacentista Benvenuto Cellini. La
iglesia tiene un alto y poderoso
campanario barroco que domina la ciudad, es visitable los fines de semana y desde arriba se tienen las mejores y más sorprendentes vistas del
barrio medieval y de la
Sierra de Mariola. Esa sensación de altura se acrecienta al bajar a la
plaza del
Ayuntamiento.