Desde la
plaza vale la pena dirigirse a Les Covetes dels Moros. De
camino, nos encontraremos con la Cava de Sant Blai, un depósito de
nieve del siglo XVI recientemente recuperado y situado en la base de la
muralla que rodeaba a la población. En época islámica la ciudad estaba amurallada. Tras la conquista cristiana los amurallamientos fueron modificados. Se sabe que la villa contaba con cuatro
puertas, llamados portales, de los cuales sólo uno ha llegado a nuestros días: el conocido como el "Portal d´Agost" o "Porxet", con
arco de medio punto, del siglo XV.