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Barca aislada en el embarcadero, CATARROJA

Foto de Vicente MR

El Puerto de Catarroja

Es uno de los principales accesos a la Albufera. Ha sido punto de enlace y de unión a través de la navegación con otras localidades en la época en que el resto de las comunicaciones eran insuficientes. Uno de los lugares más importantes con el que cuenta el Port es el embarcadero que ejerce de eje del Port y del paseo.
Este puerto es el lugar ideal para acceder a la Albufera y disfrutar de la naturaleza.

Historia

La construcción del llamado Camí del Port data del s. XVI, cuando las necesidades de la población hicieron que se quedase pequeño el puerto original. Históricamente el Port de Catarroja siempre ha sido punto de enlace y unión de Catarroja con otras localidades, puesto que las infraestructuras existentes eran insuficientes para el desplazamiento de personas y materiales, así como para el desarrollo de múltiples actividades. Por lo tanto, era el punto de unión social y económico de los primeros habitantes de Catarroja. El port de Catarroja representó uno de los canales más importantes de acceso a la Albufera desde el asentamiento romano en Valencia, época en que ya existía un puerto originario que se utilizaba principalmente para la actividad pesquera, ya que la red de acequias primitiva se utilizaba para regar cultivos hortícolas hasta la introducción del arroz a la península ibérica por los árabes en el siglo VII. Este puerto originario estaba situado al final de la acequia de la Rambleta, la cual desapareció con la construcción del actual puerto en el siglo XVI cuando las necesidades de la población aumentaron, principalmente por el gran volumen de cultivo de arroz, por lo que se precisaba de una más grande.

Gracias a la prosperidad que experimentó el puerto, se creó una cultura muy rica alrededor del mismo, con varias actividades que con el paso del tiempo se han convertido en un referente de tradición y vida albuferenca. A finales del siglo XIX, empezaron a funcionar varias tascas y tiendas que cubrían las necesidades de los trabajadores y visitantes del puerto, de las cuales actualmente se conservan tres: Casa Sulema, Casa Baina y Casa Primitiva, convertidos ahora en restaurantes especializados en la gastronomía autóctona. La abundancia de fauna piscícola y avícola, junto a la potencialidad de las zonas húmedas, perfectas para el cultivo de arroz, constituyó un gran atractivo para el asentamiento de las primeras comunidades que empezaban a modificar el paisaje y la vida en el puerto. Los Aterraments que hacían disminuir la dimensión del lago, para ganar terreno para el cultivo de arroz, fue crucial tanto para el lago, como para el avance socioeconómico a la localidad, dado al gran mercado del arroz, el cual era fruto de las necesidades de la época. Ya a principios del siglo XX, el pueblo tenía 1723 casas y estaba dividido en tres barriadas: Barracas (dedicada sobre todo a la pesca a la Albufera), Centro (agricultura) y Arrabal (escobas y comercio de tela). La actividad del Port de Catarroja a lo largo de la historia siempre ha sido muy importante como motor de la economía local y por el interés comercial que suponía para los pueblos de los alrededores hasta medios del siglo XX, puesto que de este salía gran parte de la pesca y producción de arroz de la Albufera, así como a puerto de referencia donde se practicaba el oficio de Calafat. A finales del siglo XIX, se sumó un motivo más por el que disfrutaría de más importancia, empezaría a utilizarse como punto de salida de las barcas destinadas al transporte de pasajeros y materiales, las cuales comunicaban Catarroja con otras zonas pobladas cercanas a la Albufera, como método alternativo a la insuficiencia de infraestructuras de transporte que existía a la época. La embarcación que atravesaba el lago para este fin, que hacía el recorrido hasta el Palmar y el Perelló, era el conocido como Ravatxol desde finales del s. XIX hasta la mitad del s. XX.

En la actualidad, el Port de Catarroja y el conjunto de elementos diferenciados de los cuales dispone, proporcionarán una gran experiencia a su visita al paraje natural de la Albufera. Desde la entrada, recorriendo el paseo del puerto hasta el final del recorrido, encontraremos dos restaurantes: La Primitiva y Casa Baina, reconocidos para ofrecer a sus comensales nuestra gastronomía local, destacando el allipebre, plato de origen catarrogense, típico de los pueblos cercanos a la Albufera. Se encuentran las dos asociaciones que pertenecen al puerto: l’Associació de Vela Llatina de Catarroja y l’Associació de pescadors de Catarroja. Las dos asociaciones disfrutan del prestigio que les otorga la experiencia y los años de historia como usuarios del Port de Catarroja y como verdaderos conocedores del lago y sus especies. Desde sus inicios hasta ahora, siempre han vivido para mejorar el Port, haciendo perdurar en el tiempo nuestras costumbres y tradiciones. La “Comunidad de Pescadores” también realiza muchas actividades en el Port, podréis encontrar información en su sede.

Por último, una de las infraestructuras más importantes con las que cuenta el Puerto es el embarcadero, el cual dispone de amarres y ejerce de eje del Puerto y del paseo, por el cual se puede disfrutar de la proximidad con la naturaleza.
(9 de Junio de 2021)