Los primeros vestigios de una ocupación del territorio, corresponden a los comienzos de la edad de los metales. En una
cueva seprulcal descubierta en 1953, en la partida denominada Cava honda, se recogieron materiales característicos de la cultura eneolítica, que se conservan en el
Museo de Prehistoria de
Valencia. También fueron descubiertos restos arqueológicos de a época
romana en la Partida Incolla, correspondiendo a esta época la construcción del
castillo con una triple línea amurallada.
Fue el Rey Jaime I, se supone que el día 25 de septiembre o 7 de octubre de 1237, quien hizo donación del Castillo y Villa de
Chiva a D. Berenguer de Entenza -perteneciente a una
familia aragonesa- Berenguer de Entenza, fiel aliado del Rey Jaime I, estuvo presente en la capitulación de Valencia y al pactar la rendición de la capital, Entenza pudo tomar de su nuevo señorío de Chiva.
En 1363, Chiva fue ocupada por las tropas del Rey de Castilla, permaneciendo en ella hasta marzo de 1366, en que la abandonaron, no sin antes quemarla y saquearla, siendo en este periodo de tiempo el Almirante del Rey de Castilla D. Micer Gil Bocanegra.
A pesar de la conquista cristiana, el
pueblo morisco aun seguía manteniendo vivas sus
tradiciones -tras la conquista de Jaime I, los moriscos no fueron expulsados, salvo en un número mínimo-, hasta que el día 22 de noviembre de 1609, Felipe III decretó su expulsión. La Villa quedó prácticamente despoblada y el 9 de octubre de 1610 se le otorga la carta de repoblación, firmada por una parte por D. Pedro de Moncada -Barón de Chiva- y por otra parte los 38 repobladores.
Chiva fue escenario de diversas batallas durante la primera guerra carlista entre 1833 y 1840, haciendo oficial su apoyo a Isabel II el día 22 de noviembre de 1833. El día 31 de marzo de 1836, Chiva fue ocupada por el General
Cabrera, hasta el día 2 de abril del mismo año, en que tuvo que abandonarla al ser atacado por el General Palarea. El día 13 de julio de 1837, volvió a ser ocupada por los carlistas, dándose dos días después la denominada batalla de Chiva, en que las tropas carlistas fueron derrotadas.
Por el apoyo demostrado a Isabel II, se le concedió por Real Decreto de 30 de Noviembre de 1833, el Título de MUY LEAL, HONRADA Y VALIENTE VILLA DE CHIVA.
HISTORIA. Varios escritores han hecho mención de Chiva, sin que se haya ocupado alguno de sus
antigüedades. Mares, en su Fénix Troyana, dice pertenecer a los Moneadas, marqueses de Aytona; Espinalt y García en su Atlante Español, expresa ser del duque de Medinaceli: Chiva y Siete-
aguas fueron aseguradas con algunas compañías de confianza por el rey de
Aragón, cuando el de Castilla, D. Pedro, hizo la guerra a este país; pero atemorizada de cuanto oía decir del Castellano, y deseosa de evitar su enojo, se le entregó en abril de 1363. La expulsión de los moriscos dejó casi despoblada á Chiva en 1609. Es de grande importancia en la historia
militar y política de nuestro tiempo. Se distinguió por la causa de la libertad en la época de 1820 a 1823, y muy particularmente en la última guerra civil. Ya en 22 de noviembre de 1833, los vec. de Chiva arrojaron de la pobl. á una fuerza de 400 infantes y 16
caballos en su mayor parte de voluntarios realistas que alzaron
bandera contra la hija de Fernando VII Por este hecho fué condecorada Chiva con los títulos de muy Leal, Honrada y Valiente según real decreto de 30 del mismo mes. Chiva presenció en 31 de marzo 1836 escenas terribles con la entrada del caudillo Cabrera: en aquella época de triste recuerdo por las represalias, parecían connaturalizados los españoles con la efusión de sangre: ocuparon inmediatamente esta v. Las tropas de reina al mando del general Palarea, y en tal estado se encontró la pobl. que hubieron de pasar el dia 1.º de abril á
Cheste. Al siguiente día 2, dirigiéronse las tropas constitucionales otra vez a Chiva, cuyos habitantes hubieron de presenciar la sangrienta batalla que se libró en aquel día á las inmediaciones de esta v. Solo diremos de esta acción, que rivalizaron en valor unos y otros combatientes, quedando dueño del
campo el general Palarea. Más tarde, en 15 de j u lio de 1837, otro general no menos ilustre, ventajosamente conocido ya como Palarea en la guerra de la Independencia, ganó otra importantísima batalla sobre el
ejército de Don Carlos. La batalla de Chiva dirigida por el bizarro y entendido general D. Marcelino Oraá, es uno de los hechos de armas más importantes de la pasada lucha. Si hiciéramos aqui la historia de aquella época, demostraríamos la influencia que hubo de ejercer este triunfo en el resultado de la expedición de D. Carlos, cuyos soldados a quienes no se les puede negar grande valor, hubieron de ser vencidos por fuerzas inferiores, que mandaba un veterano apreciabilísimo por su valor, por su prudencia y por sus virtudes, teniendo a sus órdenes distinguidos generales como Borso, Iriarte, Nogueras y otros no menos valientes, no menos entendidos. El general Oraá con justicia ha merecido por este hecho de armas la
Cruz de 4.ª clase dé la Real y Militar orden de
San Fernando en 2 8 de enero de 1846. Los grandes compromisos de Chiva por el trono de Isabel II y la causa constitucional, hicieron indispensable la fortificación de este punto militar; ya en diferentes salidas, de que no nos ocupamos con detalles, porque se refieren a otras pobl., los nacionales de esta v. prestaron importantes servicios con próspera suerte algunas veces, y algunas también sufriendo reveses considerables, y pérdida de sus predilectos hijos. Por eso pues en marzo de 1838 principió la fortificación, y el 21 de mayo el gefe carlista Forcadell, con 6 batallones atacó la v. con 3
columnas que rompieron un vivísimo fuego, con una pérdida de 18 muertos y de más de 100 heridos, retirándose al día siguiente los partidarios de D. Carlos. Al amparo de esta fortificación, prestó la guarnición de Chiva un servicio importante en 2 de diciembre del mismo año 38 deteniendo un numeroso convoy que los carlistas traían de los
pueblos de la ribera, hasta que llegando la
columna que mandaba el malogrado coronel Pezuela, sufrieron los contrarios una pérdida de 300 muertos y 150 prisioneros. En 14 de mayo de 1839 dos compañías carlistas, sorprende a varios nacionales, que estaban en sus trabajos del campo; formase inmediatamente una pequeña columna de tropa y nacionales, atacan a las tropas del Pretendiente y libertan a sus compañeros. En 21 de julio del mismo año, por salvar la guarnición de Chiva a una partida franca, que se batía en Cheste (lo que consiguieron), perecieron algunos valientes de la v. cuya historia trazamos, por una carga de caballería de Palillos emboscada en un
olivar. En Chiva existía una fuerza de 200 hombres el que menos de 60 años, titulada compañía sexagenaria, encargada de cubrir el cast. en los momentos de alarma, y de vigilar al enemigo desde el
anochecer hasta las 11 de la
noche.
* Diccionario geográfico – estadístico - histórico de
España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1848.