Siempre en vacaciones vamos a
Chulilla, es un
pueblo encantador, le llamamos el pueblo del sueño, es un clima seco, y duermes toda la
noche, se te va el stress y por un momento te olvidas de los problemas, la gente es muy buena, cuando vamos siempre nos comparten el
fruto de sus
huertos, por la mañana vamos a
comprar el
pan quemado, es un pan dulce redondo con azúcar encima, y al medio dia hacemos torrada que compartimos con los vecinos para que no se queden con ganas, dormimos la
siesta los mayores
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