El
Castillo de
Cullera es un conjunto de
arquitectura militar musulmana. Ubicación El
edificio se encuentra en la
Montaña de los Zorros (en valenciano Muntanya de les Raboses), controlando el litoral de Cullera y la desembocadura del Júcar. El castillo, junto con los restos de
murallas y
torreones que lo circundan, forman un bien de interés cultural con número. Arquitectura
En el momento de su completitud, hacia el siglo XIV, constaba de un primer recinto
amurallado, el albacar viejo, dentro del cual se encontraba el castillo, dotado de torreones de flanqueo y una
torre principal de 10 metros de altura. 1 El albacar nuevo, rodeado con una
muralla y cinco
torres, se encuentra a un nivel algo inferior.
Historia
El edificio se alzó en el siglo X, en época califal. A comienzos del siglo XI paso a formar parte de las defensas de la Taifa de
Valencia.
En el Cantar de mio Cid aparece esta localidad y su castillo: "Al rey Yúcef tres golpes le hubo dado, se le libró de la espada, pues mucho le corrió el
caballo, se le metió en Cullera, un castillo como un
palacio". Según el Cantar, Cullera fue saqueada por el Cid en su campaña de desgaste para debilitar Valencia. Tras la batalla de Sagunto, el Cid se dedicó a saquear diversos puntos de la taifa valenciana, en ataques rápidos que lanzaban por la
noche, como Cullera, Játiva y Denia. Tras conquistar Valencia, el rey almorávide Yussuf cruzó el Estrecho con 50.000 hombres para recuperar la ciudad, pero fue derrotado por el Cid en batalla campal y terminó refugiándose en Cullera para salvar la vida. 3
En el 12394 pasó a manos cristianas, esta vez por el rey Jaime I. Durante la Guerra de los Dos Pedros fue tomado por los castellanos y recuperado por los aragoneses. Sirvió de defensa contra los piratas berberiscos durante el siglo XVI. 4 En el siglo XIX volvió a tener importancia militar durante la Guerra de la Independencia y las Guerras Carlistas. Durante estas últimas se modificó la Torre Mayor, demoliendo su estancia abovedada para formar una plataforma para fusileros.
Entre 1891 y 1897 se construyó el
santuario de Nuestra Señora del Castillo, obra del arquitecto José María Belda. Esta edificación supuso la supresión del albacar viejo.
El castillo ha sido restaurado recientemente concluyendo con la musealización de la Torre Mayor.