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los orígenes de esta villa, GANDIA

LOS ORÍGENES

Parece improbable que Gandia existiera como núcleo urbano antes de 1.240, año en que el Rey Jaime I conquistó el Castillo de Bayren. Del Paleolítico nos han quedado restos como lo demuestran las excavaciones realizadas en las cuevas del Parpalló y les Meravelles. También se han encontrado restos ibéricos y se ha podido comprobar un intenso proceso de romanización.

LA VILLA MEDIEVAL

A principios del siglo XIV Gandia era una pequeña villa medieval floreciente con una economía ligada a la agricultura (caña de azúcar), el comercio y la artesanía. La construcción de un recinto amurallado en los primeros años del siglo XIV, proporciona el espacio idóneo para agrupar los núcleos de población dispersos por la zona.

En 1323 el rey Jaime II concede el Señorío de Gandia a su hijo, el infante Pere. El hijo de éste, Alfons el Vell, hereda en el año 1.359 el Señorío de Gandia y lo eleva a la categoría de Ducado Real en 1399. El nuevo Duque de Gandia, Alfons el Vell hará de Gandia su residencia habitual convirtiéndola en una gran corte, de la que surgen en el campo literario Àusias March, Joanot Martorell y Roís de Corella. Realizará obras como el palacio Ducal, el Convento de San Jerónimo de Cotalba o la reforma de la Iglesia de Santa María la Mayor.

LOS BORJA, VALENCIANOS UNIVERSALES

El cardenal Rodrigo de Borja compró en el año 1485 el Ducado de Gandia para su hijo Pedro Luis (primer duque de Gandia) y se inicia una nueva época de esplendor. Tras la muerte prematura de este le sucede su hermano Juan quien contrae matrimonio con María Enríquez. El segundo duque de Gandia es asesinado en Roma en 1497 y como su heredero es menor de edad durante los años siguientes es Maria Enriquez quien Gobernó el Ducado como regente. Francisco de Borja, comienza una segunda muralla, y un colegio que muy pronto se convertirá en la Universidad de Gandia. En 1.550, cuando ingresa en la Compañía de Jesús, abdica en su hijo Carles de Borja. Con Carles de Borja, casado con Magdalena Centelles y Folch, hermana y heredera del conde de Oliva, Gandia será uno de los estados más florecientes de la península y de los más poderosos entre la nobleza española. A partir de la última década del siglo, cuando a Carles de Borja le ha sucedido su hijo Francesc de Borja y Centelles comienzan a detectarse síntomas de crisis. El déficit de la hacienda, el endeudamiento de la nobleza, la expulsión de los moriscos, la decadencia del cultivo de la caña de azúcar, la peste, el bandolerismo y la segunda Germanía serán factores que determinaran un siglo XVII crítico para la historia de Gandia.

EL SIGLO XVIII

Marcado por la Guerra de Sucesión a la corona española supuso para el Reino de Valencia la pérdida de sus Fueros, después de la batalla de Almansa en 1.707. Los duques de Gandia estaban ausentes desde hacía tiempo en sus posesiones en la Safor. Esto origina una oposición contra el dominio señorial. A mediados del siglo XVIII muere en Madrid el undécimo Duque de Gandia, Lluís Ignasi de Borja y la titularidad pasa a sus parientes mas próximos, primero los Benavente y posteriormente a los Osuna, actuales poseedores de este título.

EL SIGLO XIX

Tras las Cortes de Cadiz, en 1812 el régimen feudal queda formalmente suprimido y se inicia un proceso de emancipación de la tutela señorial de todos los lugares que habían conformado los estados de los Borja. En 1.881 comienza la demolición de las murallas, sale a la calle el primer periódico de la ciudad, "El Litoral", en 1886 se inaugura el puerto y en 1.893 se inaugura el ferrocarril Gandia-Alcoi. Con los nuevos medios de transporte comienza a extenderse el cultivo del naranjo. El final del siglo XIX cierra el concepto de ciudad antigua y asienta los fundamentos de desarrollo continuado hasta nuestros días. A pesar de las crisis, a pesar de la guerra civil, Gandia y la Saforse recuperaron con el cultivo de la naranja y, a partir de los años 60, con el turismo

Parece improbable que Gandia existiera como núcleo urbano antes de 1.240, año en que el Rey Jaime I conquistó el Castillo de Bayren. Del Paleolítico nos han quedado restos como lo demuestran las excavaciones realizadas en las cuevas del Parpalló y les Meravelles. También se han encontrado restos ibéricos y se ha podido comprobar un intenso proceso de romanización.

LA VILLA MEDIEVAL

A principios del siglo XIV Gandia era una pequeña villa medieval floreciente con una economía ligada a la agricultura (caña de azúcar), el comercio y la artesanía. La construcción de un recinto amurallado en los primeros años del siglo XIV, proporciona el espacio idóneo para agrupar los núcleos de población dispersos por la zona.

En 1323 el rey Jaime II concede el Señorío de Gandia a su hijo, el infante Pere. El hijo de éste, Alfons el Vell, hereda en el año 1.359 el Señorío de Gandia y lo eleva a la categoría de Ducado Real en 1399. El nuevo Duque de Gandia, Alfons el Vell hará de Gandia su residencia habitual convirtiéndola en una gran corte, de la que surgen en el campo literario Àusias March, Joanot Martorell y Roís de Corella. Realizará obras como el palacio Ducal, el Convento de San Jerónimo de Cotalba o la reforma de la Iglesia de Santa María la Mayor.

LOS BORJA, VALENCIANOS UNIVERSALES

El cardenal Rodrigo de Borja compró en el año 1485 el Ducado de Gandia para su hijo Pedro Luis (primer duque de Gandia) y se inicia una nueva época de esplendor. Tras la muerte prematura de este le sucede su hermano Juan quien contrae matrimonio con María Enríquez. El segundo duque de Gandia es asesinado en Roma en 1497 y como su heredero es menor de edad durante los años siguientes es Maria Enriquez quien Gobernó el Ducado como regente. Francisco de Borja, comienza una segunda muralla, y un colegio que muy pronto se convertirá en la Universidad de Gandia. En 1.550, cuando ingresa en la Compañía de Jesús, abdica en su hijo Carles de Borja. Con Carles de Borja, casado con Magdalena Centelles y Folch, hermana y heredera del conde de Oliva, Gandia será uno de los estados más florecientes de la península y de los más poderosos entre la nobleza española. A partir de la última década del siglo, cuando a Carles de Borja le ha sucedido su hijo Francesc de Borja y Centelles comienzan a detectarse síntomas de crisis. El déficit de la hacienda, el endeudamiento de la nobleza, la expulsión de los moriscos, la decadencia del cultivo de la caña de azúcar, la peste, el bandolerismo y la segunda Germanía serán factores que determinaran un siglo XVII crítico para la historia de Gandia.

EL SIGLO XVIII

Marcado por la Guerra de Sucesión a la corona española supuso para el Reino de Valencia la pérdida de sus Fueros, después de la batalla de Almansa en 1.707. Los duques de Gandia estaban ausentes desde hacía tiempo en sus posesiones en la Safor. Esto origina una oposición contra el dominio señorial. A mediados del siglo XVIII muere en Madrid el undécimo Duque de Gandia, Lluís Ignasi de Borja y la titularidad pasa a sus parientes mas próximos, primero los Benavente y posteriormente a los Osuna, actuales poseedores de este título.

EL SIGLO XIX

Tras las Cortes de Cadiz, en 1812 el régimen feudal queda formalmente suprimido y se inicia un proceso de emancipación de la tutela señorial de todos los lugares que habían conformado los estados de los Borja. En 1.881 comienza la demolición de las murallas, sale a la calle el primer periódico de la ciudad, "El Litoral", en 1886 se inaugura el puerto y en 1.893 se inaugura el ferrocarril Gandia-Alcoi. Con los nuevos medios de transporte comienza a extenderse el cultivo del naranjo. El final del siglo XIX cierra el concepto de ciudad antigua y asienta los fundamentos de desarrollo continuado hasta nuestros días. A pesar de las crisis, a pesar de la guerra civil, Gandia y la Saforse recuperaron con el cultivo de la naranja y, a partir de los años 60, con el turismo