El Palau Ducal, la
casa de la
familia más poderosa del Renacimiento: La sobria
puerta del Palau Ducal puede engañar a simple vista. Incluso puedes pasar por delante de ella sin percatarte de ese gran tesoro que se oculta tras el
pórtico de medio punto. Una sensación que se borra al poner un pie en su inmenso
patio gótico, del que sobresale esa escalinata construida en dos tramos. Arriba, unas
ventanas en las que puedo imaginarme a la familia Borja asomada y, quizá, confabulando algo. Lo hacen desde la única
ventana gótica original que queda. Una idea preconcebida por todas esas historias que giran entorno a la familia y que entremezclan realidad y ficción para construir la leyenda negra que ha llegado a nuestros días. SALAS CON
HISTORIA
Pasear por el Palau Ducal dels Borja es vivir la historia de
Gandia, una ciudad que ha sabido adaptarse a los cambios, igual que esta joya de la
arquitectura valenciana. Cada una de sus salas, nos inspira
tradición y cultura, lo que las convierte en espacios únicos donde descubrir el
reflejo de su historia dorada. La
fachada, el patio de Armas, el
Salón de Coronas, o el Oratorio, son solo algunos de los espacios por los que pasó Francisco de Borja, y en los que se pueden percibir su obra y gracia mientras fuera IV Duque de Gandia, y antes de unirse a los jesuitas.
Una visita obligada para empaparse de una historia llena de intrigas, amores y desamores, que nos traslada a un tiempo pasado, donde los valores y las
costumbres eran otras, y donde los espacios se hacían para vivirlos.
Una historia que empezó cuando el papa Alejandro VI
compra el ducado de Gandia para su hijo Pere Lluís (1485) y en ese lote adquiere este
edificio. De esta manera, el Palau Ducal se convierte durante 300 años en la casa matriz de su dinastía y en sus estancias residieron y vivieron hasta once duques de Gandia —todos de la familia Borja—. Sí, no fue Roma y fue aquí, al lado del
río Serpis, donde habitó una familia que tuvo dos papas, Calixto III y Alejandro VI, este último protector de Copérnico, Leonardo da Vinci o Miguel Ángel. Y fue en el Palau Ducal donde nació y vivió Francisco de Borja (cuarto duque de Gandia y bisnieto de Alejandro VI), que en 1671 fue canonizado.