IGLESIA DEL GRAO DE GANDÍA
Es el signo más vistoso del cielo,
junto al agua al que permanece unido,
como una zeta o como un rayo ungido
entre playa y puerto tatuado en suelo
y allí en su interior al maestro apelo,
que los símbolos me abran los sentidos
a su luz por vidrieras y postigos
en colores que en mi interior cincelo.
Mosaico de contenido sagrado
generatriz de lo celeste en formas,
objetos, inscripciones inefables
por los sentimientos del ser humano,
pero manifestada, le transforma
en esa fuerza interna ilimitable.
Es el signo más vistoso del cielo,
junto al agua al que permanece unido,
como una zeta o como un rayo ungido
entre playa y puerto tatuado en suelo
y allí en su interior al maestro apelo,
que los símbolos me abran los sentidos
a su luz por vidrieras y postigos
en colores que en mi interior cincelo.
Mosaico de contenido sagrado
generatriz de lo celeste en formas,
objetos, inscripciones inefables
por los sentimientos del ser humano,
pero manifestada, le transforma
en esa fuerza interna ilimitable.