
Las
fiestas más tradicionales son las dedicadas al patrón del
Pueblo "
San Blas" (3 de febrero) con unos curiosos cánticos entonados en la madrugada, conocidos como "coplillas". Durante el
verano (15 de agosto) están las fiestas de la "Asunción de la
Virgen" que son más "bullangueras y trasnochadoras", ya que las temperaturas de esa época del año lo permiten. También celebramos el día de "San Miguel" (29 de septiembre). Pero sin duda la
fiesta mas popular en toda la comarca, por su originalidad, es la celebrada todos los 28 de diciembre "Día de los Locos". Tenemos constancia escrita de su existencia a principios del siglo XVIII, a través de los libros parroquiales, aunque se supone anterior, debido al auge y la importancia que por entonces tenía.
La recaudación se destinaba a la
Iglesia, según datos escritos, se utilizaba para "sacar almas del purgatorio". Para ese menester se solía recoger por las
calles de
Jalance tres días al año (el día de "todos los
Santos", el día de "
Navidad" y el día de "los Santos Inocentes").
La gente solía hacer sus donaciones en especie, esto es, con lo que tenían en
casa: pollos, maíz, tocino, huevos, etc...
A pesar del carácter "piadoso" de la recaudación, la fiesta de los locos tenía y tiene gran cantidad de simbología pagana y fálica: se visten con ropas estrafalarias en las cuales de cosen
fotografías de mujeres desnudas, llevan porras de madera semejantes a grandes falos, etc... Se trata de romper con el poder establecido, piden la vara de mando al Alcalde y cuelgan al Cura. Es, en definitiva, una exaltación de los sentidos: el sexo, el alcohol y la
música forman parte de la fiesta, pero todo de forma inocente y graciosa cuya primera finalidad es divertirse y divertir a los demás.
Actualmente la fiesta de "Los Locos" la celebran los quintos de Jalance cada 28 de diciembre, junto con algunos "locos profesionales" que contratan los quintos para ese día, así como una charanga local que los acompaña y anima con su música.
Básicamente, la fiesta consiste en pedir dinero a los transeúntes, a cambio estos reciben un trago de cualquier bebida alcohólica y pueden ordenar a los "locos" la cosa más extravagante que se les ocurra y ellos se esforzarán por complacerlo, sobre todo si el donativo lo merece, que para eso este día los locos mandan en el pueblo.
Esto da pie a que sucedan gran cantidad de anécdotas curiosas, como expulsar a todos los clientes de un
bar porque alguien ha pagado para que lo hagan; o menos graciosas, cuando alguien que estando de paso no conoce la fiesta y se molesta si le gastan una broma. Aunque lo normal es que todos acepten con buen humor y hasta se atreven a gastar alguna broma.
El punto culminante del día se produce en el "
baile de los locos", por la
noche. En él se pude pagar por
bailar con el chicho/a mas guapo/a o mandar a alguien a bailar con el/la mas fea/o, unir parejas que estaban separadas o... cualquier cosa que pase por la imaginación del que paga. A esas horas los locos, luchando por no caerse después de un día agotador y con mucho alcohol en el cuerpo, harán lo posible por cumplir las ordenes del mejor postor.
En definitiva, se trata de una fiesta de larga
tradición y en la que es imposible pasar desapercibido y no disfrutar de ella. Esta fiesta supone un acontecimiento, tanto para los municipios de la comarca, como de las colindantes, y si bien puede caer en un día laborable, es
costumbre acudir
A parte de las fiestas tradicionales, antes marcadas, es costumbre sobre todo en
Semana Santa y en
puentes, celebrar algún día festivo, mediante desfiles de moros y cristianos, y sobre todo
bailes de ámbito comarcal.