Soy una de esas personas que suelo ir a Villar de Tejas o Villatejas al menos una vez al año a visitar algunos de tantos familiares que tengo alli o a recoger la aceituna, y cada ve que voy no me canso de mirar el entorno, la antigua fuente siempre con una agradable agua fresca, el viejo lavadero al que ya me llevaba mi abuela y mis tías y la vieja escuela donde mi padre estudiaba y que se mantiene en pie gracias al empeño de todos los vecinos. Y como no, siendo joven he ido muchas veces a las fiestas ... (ver texto completo)