La
ermita
Desde el siglo XVIII se tiene constancia de la existencia de una ermita en
Los Marcos que poseía sus propias tierras como marca ya las "Respuestas Generales de
Venta del Moro al Catastro del Marqués de la Ensenada" en 1.752, al decir que "Alonso Martínez que habita en la misma alquería (Los Marcos) y aunque no tiene tierras proprias las lleva en arrendamiento unas que pertenecen a la dotación de la ermita que hay fundada en las dichas
casas". Estas mismas tierras de la ermita perdurarían hasta bien entrado el siglo XX como recuerdan los lugareños, ubicándolas en la hoy llamada "Hoya de la Ermita". Esta misma ermita es la que viene dibujada en el plano de 1.798 conservado en el Archivo Histórico Nacional y que fue publicado en el nº 1 de "El Lebrillo Cultural". La ermita perduró hasta la erección de la nueva
iglesia en 1961 y estaba en el final de la
calle Utiel,
esquina con calle de
Los Ruices. Los vecinos se acuerdan de que era una ermita sencillísima, de una sola nave, de teja vana, sin asientos y que a falta de
campanario se avisaba a los vecinos del inicio de la misa haciendo sonar una campanilla por todo el
pueblo. En la ermita había una imagen de
San Isidro Labrador, que desapareció durante la guerra civil (1936), y una
pila bautismal. En 1943, el
Ayuntamiento de Venta del Moro concedió una subvención de 800 pesetas para reparar la ermita.
La iglesia
La iglesia actual fue obra del emprendedor cura D. Hipólito Lerín, que llevaba la
parroquia de Casas de Pradas y que por entonces incluía también las
Iglesias de
Las Monjas y Los Marcos. La iglesia de Los Marcos fue bendecida el 15 de mayo de 1961 y se consagró a San Isidro Labrador. La iglesia fue realizada mediante un reparto de dinero y jornales entre los vecinos de la aldea y con la intervención de los albañiles venturreños Antonio y Virgilio Yeves. El campanario no se pudo construir por la falta de cesión de terrenos e incluso la sacristía fue realizada con nocturnidad sobre propiedad privada. Como resultado, hoy la iglesia se ubica en mitad de la calle Utiel, es de una sola nave, con una sencilla
fachada de
puerta acabada en
arco apuntado y una
campana en lo alto. Su interior aparece muy cuidado, con cinco
arcos que aguantan la estructura, un
coro de madera (al que no se puede subir porque en su construcción se olvidaron de dotarlo con una
escalera) y al frente, bajo la leyenda dorada "Esta es la
Casa de Dios y la Puerta del
Cielo", se ubican de izquierda a derecha las tallas de San Pancracio, un San Isidro Labrador, la Inmaculada Concepción y otro San Isidro. Además, en la sacristía persiste un viejo
estandarte pintado con la imagen de San Isidro Labrador.