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Federico Hernández Aguilar

Esta silla

Le pedí a esta silla que te esperara.

Disculpa si permanece fiel a mi desgracia,
si la encuentras firme como un soldado.

Ella no quiso dejarme solo.
Le hablé de ti con más pasión que la polilla.

Tuvo a bien agradecer con calma,
con resignada paciencia y con fricciones
-la casi inaudible voz de su madera-.

No se quejó como el casero,
no puso en duda mi avaricia,
no tuvo roces con mis llagas.

Por eso te espera, obediente;
por eso dice que estuve solo
y que mis abrigos ya no abrigan;
por eso nos ves aquí,
más honestos y amparados que una rabia.

Siéntate.

Ahora dinos que llegaste.

18/VI/2000 ... (ver texto completo)
Buenos días amig@s
Feliz dia y ser felices

Federico Hernández Aguilar

Soneto a una jinetera

Para Yania,
espléndida flor cubana
... (ver texto completo)
Feliz lunes

Otoniel Guevara

Cabellera

Tu pelo bien sería la risa de los árboles
si no fuese por su loca manía de enredarse en los labios

Tu pelo es como un grito de ternura ... (ver texto completo)
Blanca Andreu

FÁBULA DE LA FUENTE Y EL CABALLO

A Beatriz de Laiglesia y Werner Aspenström

Dicen que murió un caballo.
Contaron que pasó como una sombra, que galopaba
como noticia que va corriendo
todos los días hasta la fuente -agua y sonidos blancos, ... (ver texto completo)
Nicolás Guillén

PIEDRA DE HORNO

La tarde abandonada gime deshecha en lluvia.
Del cielo caen recuerdos y entran por la ventana.
Duros suspiros rotos, quimeras calcinadas.

Lentamente va viniendo tu cuerpo.
Llegan tus manos en su órbita ... (ver texto completo)
Nicolás Guillén

NO SÉ POR QUÉ PIENSAS TÚ

No sé por qué piensas tú,
soldado, que te odio yo,
si somos la misma cosa
yo,
tú.

Tú eres pobre, lo soy yo;
soy de abajo, lo eres tú;
¿de dónde has sacado tú,
soldado, que te odio yo?

Me duele que a veces tú
te olvides de quién soy yo;
caramba, si yo soy tú,
lo mismo que tú eres yo.

Pero no por eso yo
he de malquererte, tú;
si somos la misma cosa,
yo,
tú,
no sé por qué piensas tú,
soldado, que te odio yo.

Ya nos veremos yo y tú,
juntos en la misma calle,
hombro con hombro, tú y yo,
sin odios ni yo ni tú,
pero sabiendo tú y yo,
a dónde vamos yo y tú...
¡no sé por qué piensas tú,
soldado, que te odio yo! ... (ver texto completo)
Dame tu mano, amor, que vengo herida
No de espina sin fin, sino de rosa.
Dame tu mano donde el sol reposa
Y brota la ternura renacida

Dame tu mano: el agua embellecida
Por esta sed urgente y ardorosa
Con que la ausencia viene, hiere, acosa
Y deja a mi razón loca y vencida.
... (ver texto completo)
Puente de labios, cada beso nace
Y estalla, como la ola, en tu ribera;
Y no hay palabra en la que quepa entera
La llama en que ese vínculo se abrase.

Su lengua en otro labio bebe y pace:
Ascua, fuego, pavesa, lumbre, hoguera
Alimentan la sed y la quimera
Donde su hundido mástil arde y yace.
... (ver texto completo)
Vivimos en el fondo de la llama,
Habitamos el círculo del fuego,
Somos el sol oscuro, el ojo ciego
Y el vino que su incendio desparrama.

Ebriedad que conoce aquel que ama
Y que hambriento agoniza sin sosiego:
Heredad que persigue el andariego,
Sed que en un labio oculto se derrama.

Muerdo la carne que me tiene presa
Y me libera con su llama viva,
Fuego que anega todo lo que besa.

Y el eco de mi lumbre fugitiva
Hará perenne la sutil pavesa
De mi carne fugaz y sucesiva. ... (ver texto completo)
Silencio de la luz, sílaba oscura,
En ti el tiempo se encarna en polvo herido
Y cautivos, el ojo y el oído
Son el perfil del fuego y su figura.

La lengua de la llama su dulzura
En ti pronuncia con vocablo ardido,
Y en ese beso cruel, brasa y sonido
Dan al labio su goce y su tortura.

Tu caricia su lengua sensitiva
Afila en temerario, oculto diente
Cuya espuma triunfal su ardor derriba.

Y en ese frágil, taciturno puente
Salva el instante la belleza viva
Y en el sonido su pasión convierte. ... (ver texto completo)
Beso la curva dulce de tu frente,
La boca donde el gozo está escondido;
Gruta de la palabra y el gemido
Con que abreva el deseo su corriente.

Beso tu barba donde se arrepiente
La luz de andar por bosque renacido
Y recorro el collado oscurecido
De tu pecho latiendo indiferente.
... (ver texto completo)
Me llueve, me recorre, me derrama
Mi piel en fuego líquido convierte;
Me asesina, me salva de la muerte,
Mi ser todo edifica y desparrama.

Me besa, me abandona, me reclama,
Juega a los dados con mi propia suerte.
Rebelde, dócil, insumisa, fuerte:
Me corta a la medida de su drama.

Pero a pesar de todo, estoy segura,
A pesar de distancias y despegos
Que nadie más enciende su ternura.

Vamos así viviendo entre dos fuegos,
Fundidos en la misma quemadura
Y en una sola luz dejados ciegos. ... (ver texto completo)
Carmen González Huguet

Donde acaba el silencio (Del I al VI)

Allá, donde los caminos se borran,
Donde acaba el silencio,
Invento...
La mente que me concibe,
La mano que me dibuja,
El ojo que me descubre. ... (ver texto completo)
Buenos días amig@s
Un besooooooooooooooooooooo

Jorge Carrol

Animal dance

Soy el sol que teme ser día.
El ahorcado que se prolonga por la cuerda.
El dulce animal que danza su soledad
Feliz tarde amig@s
Un besoooooooo

Luis Cardoza y Aragón

La realidad no tiene realidad
la realidad es el deseo
hace el deseo la realidad
real la realidad torna el deseo
el deseo es la realidad ... (ver texto completo)