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Sin ti, madre, la vida sería un don maldito;
una infame limosna de la carne sufriente;
pero tu amor, es rosa y es cristal inaudito,
es la divina música y es pensarosa fuente.

Hace ya muchos siglos que te vivo y te siento.
Mi tristeza es belleza de un extraño destino,
hacia ti me llevaba este o esotro viento,
hacia tu eternidad ese o aquel camino.
... (ver texto completo)
Por ti, la raza humana, madre, se transfigura
ante mis pobres ojos, por tu amor se redime
la carne y la pasión. Por tu inmensa dulzura
nació en mi la piedad para el hombre que gime.

¡Dolor de ser tan triste y tener que ser bueno
porque siempre en mi frente siento que están tus manos!
¡Dolor de ser dulzura para tanto veneno
y de tener el alma puesta en astros lejanos!

¡Dolor, madre, dolor, de escribir mi elegía
por darte en rosas pálidas un secreto tesoro!
¡Dolor, madre, del canto que profanará un día
un mendigo, un tirano y el becerro de oro!

¡Dolor, madre, dolor de tener que cantar
porque un nudo fatal se anuda a la garganta,
dolor de no poder odiar, y amar, amar
a un pueblo vil que deja poner en sí la planta!

¡Dolor, madre, dolor de tener que vivir
y amar la vida cuando lo vulgar mancha el mundo;
y dolor de saber que se ha de revivir
sobre una tierra pura que mancha el rico inmundo! ... (ver texto completo)
Desde aquí sueño, Madre, con el sol bondadoso
que viste de oro diáfano al mendigo harapiento,
con las vastas llanuras, con el cielo glorioso,
con las aves errantes, con las aguas y el viento.

La libertad del niño que juega sobre un prado,
del ave que las brisas riza con grácil vuelo;
del arroyo que canta, corriendo alborozado;
del astro pensativo bajo infinito cielo.
... (ver texto completo)
Sin ti, madre, la vida sería un don maldito;
una infame limosna de la carne sufriente;
pero tu amor, es rosa y es cristal inaudito,
es la divina música y es pensarosa fuente.

Hace ya muchos siglos que te vivo y te siento.
Mi tristeza es belleza de un extraño destino,
hacia ti me llevaba este o esotro viento,
hacia tu eternidad ese o aquel camino.
... (ver texto completo)
II
Y pienso que algún día sobre la faz del mundo
una justicia nueva romperá viejas normas
y un futuro inefable, justiciero y profundo
imprimirá a la vida nuevas rutas y formas.

Desde esta Cárcel sueño con el vasto futuro,
con el tierno solloza que aún palpita en las cunas,
con las voces divinas que vibran en el puro
cielo bajo la luz de las vírgenes lunas. ... (ver texto completo)
Desde aquí sueño, Madre, con el sol bondadoso
que viste de oro diáfano al mendigo harapiento,
con las vastas llanuras, con el cielo glorioso,
con las aves errantes, con las aguas y el viento.

La libertad del niño que juega sobre un prado,
del ave que las brisas riza con grácil vuelo;
del arroyo que canta, corriendo alborozado;
del astro pensativo bajo infinito cielo.
... (ver texto completo)
José Domingo Gómez Rojas

Protestas de piedad

I

En esta Cárcel donde los hombres me trajeron,
en donde la injusticia de una ley nos encierra:
he pensado en tumbas en donde se pudrieron
magistrados y jueces que hoy son polvo en la tierra. ... (ver texto completo)
II
Y pienso que algún día sobre la faz del mundo
una justicia nueva romperá viejas normas
y un futuro inefable, justiciero y profundo
imprimirá a la vida nuevas rutas y formas.

Desde esta Cárcel sueño con el vasto futuro,
con el tierno solloza que aún palpita en las cunas,
con las voces divinas que vibran en el puro
cielo bajo la luz de las vírgenes lunas. ... (ver texto completo)
José Domingo Gómez Rojas

Protestas de piedad

I

En esta Cárcel donde los hombres me trajeron,
en donde la injusticia de una ley nos encierra:
he pensado en tumbas en donde se pudrieron
magistrados y jueces que hoy son polvo en la tierra.

Magistrados y jueces y verdugos serviles
que imitando, simiescos, la Justicia Suprema
castraron sus instintos y sus signos viriles
por jugar al axioma, a la norma, al dilema.

Quisieron sobre el polvo que pisaron, villanos,
ayudar al Demonio que sanciona a los muertos
por mandato divino y en vez de ser humanos
enredaron la urdimbre de todos los entuertos.

Creyeron ser la mano de Dios sobre la tierra,
la ira santa, la hoguera y el látigo encendido,
hoy duermen olvidados bajo el sopor que aterra,
silencio, polvo, sombra, ¡olvido! ¡olvido! ¡olvido! ... (ver texto completo)
José Domingo Gómez Rojas

Miserere

La juventud, amor, lo que se quiere,
ha de irse con nosotros. ¡Miserere!

La belleza del mundo y lo que fuere
morirá en el futuro. ¡Miserere!
... (ver texto completo)
José Domingo Gómez Rojas

Día de lluvia

(En el puerto)

Hay algo de tristeza en el paisaje
la mañana
penetra con su luz por mi ventana
a mi ser interior y es como ultraje ... (ver texto completo)
José Domingo Gómez Rojas

Como el mar

'The Image of Eternity: the sea'
Lord Byron.

Dedicada al poeta que ha comulgado con las multitudes: Víctor Domingo Silva.

Como oleadas que se agitan, ... (ver texto completo)
Manuel Martínez de Navarrete

A una inconstancia

Suspende, fuentecilla,
tu ligera corriente,
mientras que triste lloro
mis ya perdidos bienes.

¿Cuántas veces, estando
en tus orillas verdes,
Lisi me aseguraba
su amor hasta la muerte?

Aquí su diestra mano,
más blanca que la nieve,
en esta arena frágil
escribió muchas veces:

'Primero ha de tornarse
el curso de esta fuente
que a su Salicio quiere.'

Mas tus promesas, Lisi,
no han sido menos leves
que el papel que escogías
para firmarlas siempre.

Las letras se borraron
por los soplos más tenues
del viento, y tus promesas
por lo que tú quisieres.

¡Ay, contentos soñados
de prometidos bienes!
¡Ay, inconstancia propia
de fáciles mujeres! ... (ver texto completo)
Pedro Granados

En vez de moscas...

En vez de moscas, lagartijas;
en vez de polillas, murciélagos;
en vez de hormiguitas, hormigotas.
Así es mi habitación, aquí,
en Santa Cruz de la Sierra.
Y sin embargo, uno a todo se adapta. ... (ver texto completo)
Pedro Granados

Madreselvas para Martín Adán

Ahora que somos
sombra y paso,
mirada y desvío,
sermón y pecado.
Ahora que el mudo muda
por enésima vez de expresión ... (ver texto completo)
Pedro Granados

Hojita delicada...

Hojita delicada
de papel. Lacerada hermana.
Sobreviviente. Anónima.
Fría sobre el vidrio
de este escritorio. Cerrada.
Evasiva muchacha que en día.
Muchacho que un día.
Violentada. Presa. Rota.
Confidente hermana.. Beldad
nocturna. Franja
de la espuma de la playa.
Tú que eres estos ojos..
Tú que eres mi puerta, mi puerto,
mi compañera.
Tú que sopesas esta masa de amor negro
que es mi alma.
Tú que devuelves el dardo
y asimismo la aljaba.
Oh torre silenciosa.
Oh silencioso pinar.
Oh mi hermanita, mi igual,
mi paisana auténtica. Mi hija
generosa. Mi castísima beata. ... (ver texto completo)
El hombre recorre el mundo buscando lo que necesita y vuelve a su casa a encontrarlo (George Moore)
Quienes buscar la verdad merecen el castigo de encontrarla (Santiago Rusiñol)
Lo mas seguro es dar de cada uno algo que defender (Georges Clemenceau)
A la sombra de un hombre célebre existe siempre una mujer que sufre (Jules Renard)
En cuanto a la adversidad, dificilmente la soportarías si no tuvieras un amigo que sufriese por ti más que tu mismo (Marco Tulio Cicerón)
Lo mas seguro es dar de cada uno algo que defender (Georges Clemenceau)