Despedida a un Navarresino de una Madrileña
Que quereís que os diga:
Que he perdido un amigo, un hermano un compañero de vida, me habló del amor antes que nadie, me ayudó a crecer comprendiendo un poco a los demás, me acompañó siempre en mis viajes, mis hijos cantan sus canciones desde que iban en pañales, también ellos lo han sentido enormemente, era un ser tierno y especial que nos ponía en la boca, palabras sencillas, cosas que todos hemos sentido alguna vez, y que solo personas como él con su gran sensibilidad era capaz de darles forma y expresar. Fué un hombre, que sin haber tenido todo el reconocimiento del que era merecedor, tenía el premio constante en los corazones de todos sus seguidores que jamás lo abandonamos, que siempre esperamos su vuelta y que supimos entender que solo fue a comprar tabaco. Esta mañana puse su fotografía en mi salón, y encendí una vela que permanecerá allí, hasta que ella solita se apague, recé por él una oración, (La oración del Cristo del pardo) que rezo por todos los que se van, como hago siempre que pierdo a alguien que quiero, y a él le quise siempre, no me pienso poner triste, sé que a dejado de sufrir y sé que sufría porque su cáncer era el mismo que se llevo a mi padre, pero me queda la suerte de haberlo conocido, de haber gozado de él, de que quiso compartir con nosotros su enorme corazón, lo convirtió en música y nos la fue regalando a través del tiempo, ahora desde aquí…mando mis besos al cielo, esos besos que siempre le hubiera querido dar al ser maravilloso que era, esos besos que sé…que ahora sí le van a llegar, y que irán formando una enorme cadena con todos los de aquellos, que como yo le quisieron. Me uno al sentimiento de su esposa Pierangelica y sus hijos y al resto de su familia que han tenido el privilegio de amarlo y cuidarlo hasta el último momento.
Todo mi cariño: Julia Pacheco de la Puente
Que quereís que os diga:
Que he perdido un amigo, un hermano un compañero de vida, me habló del amor antes que nadie, me ayudó a crecer comprendiendo un poco a los demás, me acompañó siempre en mis viajes, mis hijos cantan sus canciones desde que iban en pañales, también ellos lo han sentido enormemente, era un ser tierno y especial que nos ponía en la boca, palabras sencillas, cosas que todos hemos sentido alguna vez, y que solo personas como él con su gran sensibilidad era capaz de darles forma y expresar. Fué un hombre, que sin haber tenido todo el reconocimiento del que era merecedor, tenía el premio constante en los corazones de todos sus seguidores que jamás lo abandonamos, que siempre esperamos su vuelta y que supimos entender que solo fue a comprar tabaco. Esta mañana puse su fotografía en mi salón, y encendí una vela que permanecerá allí, hasta que ella solita se apague, recé por él una oración, (La oración del Cristo del pardo) que rezo por todos los que se van, como hago siempre que pierdo a alguien que quiero, y a él le quise siempre, no me pienso poner triste, sé que a dejado de sufrir y sé que sufría porque su cáncer era el mismo que se llevo a mi padre, pero me queda la suerte de haberlo conocido, de haber gozado de él, de que quiso compartir con nosotros su enorme corazón, lo convirtió en música y nos la fue regalando a través del tiempo, ahora desde aquí…mando mis besos al cielo, esos besos que siempre le hubiera querido dar al ser maravilloso que era, esos besos que sé…que ahora sí le van a llegar, y que irán formando una enorme cadena con todos los de aquellos, que como yo le quisieron. Me uno al sentimiento de su esposa Pierangelica y sus hijos y al resto de su familia que han tenido el privilegio de amarlo y cuidarlo hasta el último momento.
Todo mi cariño: Julia Pacheco de la Puente