Muchas veces me levante por las noches para contemplar el amanecer
y mi imaginación se en volvía con los bellos colores de la aurora en cielo
llevándome a un mundo donde solo se permite que entren los sueños.
Un mundo en el que la belleza y la pureza era la nobleza del alma
en el que el corazón se llenaba de felicidad y repartía constantemente
cariño a todos aquellos que vivían y compartían el sueño en ese lugar.
...