Solo cabe la imaginación.
Muchas veces me levante por las noches para contemplar el amanecer
y mi imaginación se en volvía con los bellos colores de la aurora en cielo
llevándome a un mundo donde solo se permite que entren los sueños.
Un mundo en el que la belleza y la pureza era la nobleza del alma
en el que el corazón se llenaba de felicidad y repartía constantemente
cariño a todos aquellos que vivían y compartían el sueño en ese lugar.
Un mundo donde la imaginación no tenía limites para la bondad y en el
que al entrar en él se borraban las enfermedades los dolores y pasiones
y con los ojos cerrados se podía contemplar sin miedo la aurora en cielo.
Un mundo donde la belleza espiritual suscitaba enamoramiento en el alma
cuando amaba y ésta se hacia ella misma aún más noble pura y hermosa llevándome suave y delicadamente al lugar más lindo de mis sueños.
José Antonio Navarro Cerdà
Muchas veces me levante por las noches para contemplar el amanecer
y mi imaginación se en volvía con los bellos colores de la aurora en cielo
llevándome a un mundo donde solo se permite que entren los sueños.
Un mundo en el que la belleza y la pureza era la nobleza del alma
en el que el corazón se llenaba de felicidad y repartía constantemente
cariño a todos aquellos que vivían y compartían el sueño en ese lugar.
Un mundo donde la imaginación no tenía limites para la bondad y en el
que al entrar en él se borraban las enfermedades los dolores y pasiones
y con los ojos cerrados se podía contemplar sin miedo la aurora en cielo.
Un mundo donde la belleza espiritual suscitaba enamoramiento en el alma
cuando amaba y ésta se hacia ella misma aún más noble pura y hermosa llevándome suave y delicadamente al lugar más lindo de mis sueños.
José Antonio Navarro Cerdà